La solidaridad es ayudar, ponerse en los zapatos del otro, apoyar de alguna manera. Así definen la mayoría de los larenses este valor, mientras que expertos consultados por El Informador Venezuela coinciden en que la solidaridad es un valor contagioso que produce una sublime sensación de gratitud.
La sicóloga clínica comunitaria Cinthya Meza (@solocinthya) dice que en la cultura latinoamericana, es más común ser solidario, en tanto en estos países las familias son más numerosas, y eso permite crecer viendo actos de solidaridad.
Sostiene que la solidaridad es un valor que va asociado a la creatividad, y en el caso de Venezuela, se ve plasmado en las rifas, vendimias, bingos bailables, cuyo fin es colaborar con una causa noble.
Explica que, psicológicamente, los seres humanos no asocian la solidaridad con un patrón de crianza, pero en realidad no depende de una niñez feliz o marcada por la tristeza, al contrario, manifiesta que el ser solidario/a solo responde a actos de generosidad.
Con esa apreciación coincide el historiador Reinaldo Rojas (@reinaldorojashistoriador), quien destaca que la solidaridad siempre ha estado presente en los venezolanos, solo que con el paso de la civilización y de las grandes urbes, la solidaridad ha pasado a tener rostros anónimos.
Rojas menciona que las familias campesinas son el mejor ejemplo de solidaridad, debido a que las sociedades agrícolas no la solidaridad como un valor, sino como un aspecto cultural, que se aprende y aplica a lo largo de la vida.
Por ello asegura que mientras las sociedades coincidan, los actos de solidaridad se mantendrán.
Para el sociólogo, Nelson Freites, la solidaridad es un valor que ha estado siempre presente en la humanidad y ha servido como base para la cooperación.
Al igual que Rojas, dice que las sociedades más solidarias son por lo general las campesinas, y también las indígenas, debido a que ambos grupos se apoyan sobre la base del beneficio común.
Un ejemplo claro de solidaridad son las cooperativas, y en el estado Lara una referencia es Cecosesola, así como en las zonas rurales y montañosas están los “combites”.
En el ámbito religioso, el pastor Luis Ernesto Rea (@luisernestorea), de las iglesias Las Buenas Nuevas Shekina (@lbnshekinaoficial), advierte que la solidaridad es un músculo que se ejercita a diario, y que una persona solidaria debe ser coherente con su conducta..
“Es por ello que en gálatas 6:7 nos dice que todo lo que el hombre siembre eso, cosechará”.
En tal sentido, acota, ese músculo que se ejercita termina contagiando a los demás.
Por su parte, el párroco Badoglio Durán (padrebadoglio), de la Catedral Metropolitana de Barquisimeto, recuerda que, si alguien habló de solidaridad, fue Jesucristo, quien lo demostró rompiendo paradigmas.
Explica que en caso venezolano, la solidaridad es una cualidad muy arraigada en los venezolanos, y eso se evidencia en las más recientes tragedias.
Aunque no cuestiona los métodos que aplican algunas personas para ganar notoriedad con actos de solidaridad, el padre Badoglio reflexiona que, «lo que haces con tu mano izquierda, no lo debe saber tu mano derecha”, sin embargo, no es un requisito para todos, sino para aquellas personas que solo tienen actos de solidaridad para ganar notoriedad.
También coincide con Meza y Rojas, al señalar que, en Europa, el individualismo y la indiferencia son los antivalores que más han ganado terreno, por lo cual, el Papa Francisco ha tenido que pronunciarse.
Mientras que en países como Venezuela es tan común ver a alguien ofreciendo una arepa con mantequilla, lo que demuestra que el venezolano, a pesar de la dificultades, sigue siendo empático y solidario con el prójimo.
Anderson Piña Pereira