“El gobierno de Nicolás Maduro es en este momento sencillamente una minoría que apenas llega al 13 por ciento de los venezolanos, y en la Alianza Democrática opositora, a través de la cual aspiramos a llevar candidaturas únicas tanto para la Asamblea Nacional como para las gobernaciones y Consejos Legislativos de los estados, aspiramos a asestarle una derrota contundente”.
La anterior manifestación provino del sociólogo José Ramón (“Monche”) Arrieche, durante una rueda de prensa ofrecida por el liderazgo de la antes mencionada Alianza Democrática en el Estado Lara, en la cual él fue su vocero.
A éste le acompañaban, entre otros, Nancy Canelón, de Acción Democrática; José Alfonso Guzmán, de CONDE; Ronald Soto y Dimas Rivero, de Copei; Dalí Álvarez y Juan Gómez, de Soluciones para Venezuela; Simón Linares, de Avanzada Progresista, y Daniel Araque, del denominado Voluntariado Ana Soto.
Transitar la ruta electoral
De entrada, Arrieche fue enfático en afirmar que “nosotros siempre hemos pregonado y practicado la ruta electoral para lograr los cambios que requiere y necesita el país, y no hemos tenido dudas, repito, en transitar la ruta electoral”.
–Y ello por una sencilla razón: Los espacios políticos, ganados legítimamente no se pueden ceder, y menos las 130 alcaldías y las cuatro gobernaciones en manos opositoras, y, además, en nuestra participación, nos van a acompañar numerosos movimientos sociales que nos han manifestado su voluntad de hacerlo.
Fue de seguidas insistente en que la abstención favorece al gobierno, a lo que se suma el hecho de que hay un sector opositor que sigue llamando a no votar.
Al respecto, enfatizó que no votar es sumarle dos votos al gobierno, en primer lugar –explicó–, porque es un voto menos para la oposición, y, en segundo lugar, porque es un voto menos contra el gobierno.
–Pero lo más triste de todo ello es que las consecuencias de la abstención son verdaderamente trágicas, cuando resulta que la gran mayoría del pueblo venezolano está descontenta, y sumamente descontenta, con este gobierno.
“Ése es el CNE que tenemos…”
Siguió diciendo que, ciertamente, la composición del actual Consejo Nacional Electoral (CNE) no es para nada equilibrada, “pero, lamentablemente, ése es el CNE que tenemos”.
–Pero, ¿Por culpa de quién? Pues de ese sector opositor que pregonó la abstención, y que evitó que, en las últimas elecciones parlamentarias, lográramos una mayoría en la Asamblea Nacional, que nos hubiese permitido designar un CNE equilibrado.
–Y es que ese sector opositor, que además sigue también pidiendo intervenciones militares o extranjeras, no se da cuenta que ni la ONU ni la OEA son el CNE.
–El CNE tenemos que designarlo nosotros, y para eso tenemos que ganar la Asamblea Nacional.
Se pretende instalar una monarquía nacional
En otro orden de ideas, aseveró también que “aquí en Venezuela lo que se pretende instalar es una monarquía nacional, con un monarca en Miraflores, y unos “reyecitos” en las gobernaciones y en las alcaldías; o sea, monarcas por todas partes, o quién sabe si hasta presidencias hereditarias, como la de Corea del Norte”.
Destacó luego que, precisamente, dentro de la “tan cacareada” reforma constitucional, la Alianza Democrática está elevando propuestas tales como, entre otras, la de que se elimine por completo la elección presidencial en cualquiera de sus modalidades, pero, además, que se rebaje nuevamente el período presidencial a cinco años.
–Es que lo que un presidente no ha hecho en cinco años, ya no lo va a hacer en el año que le reste, y también estamos proponiendo que la inscripción electoral se haga de forma automática, algo que la moderna informática permite actualmente.
Quiso aclarar también que “nosotros, de todas maneras, respetamos a quien decida no votar, pero el que no vota no decide nada”.
–Y es bueno –advirtió— que ese otro sector opositor extremista que ahora llama otra vez a no votar, ciertamente ganó las elecciones del 28 de julio, pero no cobraron, a pesar de que bastante engañaron al pueblo asegurándole que asumirían el 10 de enero. Es decir, ganaron, pero no cobraron, sino que todo fue una gran mentira.
¿Precandidatos?
Interrogado acerca de si la Alianza Democrática tiene en este momento algún o algunos precandidatos a la gobernación del Estado Lara, respondió:
–Bueno, precandidatos si hay algunos, pero aclaro que, hasta ahora, son eso: Precandidatos, y, ya que me apuran, les puedo mencionar a Monir Chiriti, a Dalí Álvarez, a Juan Pedro Pereira, a Luis Florido, y hasta al mismo Henri Falcón, pero estos dos últimos siempre y cuando hablen con nuestra Alianza, nos hagan ver su aspiración, si es que las tienen, y podamos lograr un entendimiento al respecto,
–Pero también debo señalar –aseveró— que, en cuanto a nuestras candidaturas, igualmente la sociedad civil tendrá mucho qué decir, y, en ese sentido, vamos asimismo a consultar a las universidades y a los gremios universitarios; a los gremios profesionales, a los gremios estudiantiles, a los gremios sindicales, y hasta a la dirigencia vecinal, para entonces tomar una decisión final.
“Ventajismo comunicacional…”
Al referirse luego al “avasallante ventajismo” comunicacional del gobierno a través de los medios de comunicación tanto públicos como privados, admitió que ello seguramente se acentuará aún más durante la campaña electoral.
–Ahora, ¿Cómo combatirlo? Bueno, pues que cada uno de nosotros se convierta en un comunicador boca a boca, y promover y participar en la mayor cantidad se asambleas posibles, para hacer llegar nuestro mensaje al último rincón del país; es decir, lo que llaman los politólogos el plan de la sicopolítica aplicada.
“Lo que quieren es nuestras riquezas…”
No dejo tampoco de referirse Arrieche a los Estados Unidos y a su presidente, Donald Trump.
–Lo que pasa es que ellos se creen los dueños del mundo, pero no van a solucionarle ningún problema a los venezolanos.
–Ellos lo que quieren –aseveró— es sencillamente nuestras riquezas, y no solamente las de nosotros, sino que ahora también quieren el Golfo de México, el Canal de Panamá, y pare usted de contar.
Destacó que, igualmente, la Alianza Democrática lleva propuestas para que se protejan constitucionalmente el medio ambiente y los parques nacionales, muchos de los cuales se hallan prácticamente abandonados, y para que asimismo se protejan la fauna y la flora.
Gráfica: Cortesía Juan Carlos Giménez
RG