En un debate urgente convocado en el Consejo de Derechos Humanos para tratar la situación de las mujeres en Afganistán, el relator de la ONU para ese país, Richard Bennett, denunció la determinación de los talibanes de negar a mujeres y niñas sus derechos fundamentales, y institucionalizar una discriminación de género.
Destacó que los Talibanes de Afganistán se han dado por tarea «borrar» completamente a las mujeres de la vida pública del país, incumpliendo abiertamente todas las promesas que han hecho.
Bennet, quien visitó Afganistán el pasado mayo y frente a quien los talibanes se comprometieron a respetar los derechos humanos, dijo que desde que cayó el gobierno anterior han resurgido los matrimonios forzosos y de niñas, las restricciones de educación para éstas y de sus posibilidades de participar en la vida pública y laboral.
Los talibanes consideran que esos derechos no encajan con su propia interpretación de la ley islámica.
Comentó que en cada reunión que tuvo con los talibanes habló de las violaciones de los derechos de las mujeres, y que éstos le indicaron que un comité estaba evaluando la cuestión de la escolarización de las niñas, pero desde entonces nada ha cambiado y millones de niñas no pueden ir al colegio.
«Mujeres y niñas están sufriendo una crisis múltiple. Su participación en el Parlamento ha pasado del 28 % a cero, en los organismos públicos del 30 % a cero y de 4 millones de niñas que iban al colegio ahora solo van 1,5 millones», denunció Fawzia Koofi, primera mujer vicepresidenta del Parlamento que tuvo Afganistán.
«Hay casos de niñas de nueve años vendidas porque no existe esperanza ni para ellas ni para su familia», agregó.