Enmanuel De Sousa- El lugar de los cadáveres olvidados puede ser hasta mortal para los que trabajan en el área, en la popular ‘Morguesita’ del Cementerio Nuevo de Barquisimeto, el tratamiento que se le da a los difuntos es inverosímil, lleno de bacterias por doquier lo hace asemejarse a un contexto de tercer mundo, donde reinaría la miseria.
Casi a diario, los cuerpos de las personas que son encontradas en estado de descomposición son llevados a ese sitio y no a la morgue del Hospital Antonio María Pineda, presuntamente para evitar contaminaciones en la sede principal que recibe toda cantidad de fallecidos, pero parecen crear un monstruo donde no se cumplen los protocolos de patología.
Una vez que el cadáver se encuentra literalmente tendido en el piso de la ‘Morguesita’, el procedimiento parece ser simple pero insalubre y peligroso para los que tienen que hacer el tratamiento o las investigaciones correspondientes.
Los patólogos habilitados por el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) llegan al lugar y deben hacer las autopsias en el piso, de rodillas, sentados o como consigan la comodidad, pero siempre con miedo a lo que se exponen, líquidos y bacterias que puedan salir de los cuerpos en descomposición.
El equipo reporteril de EL INFORMADOR consultó expertos en materia, que aunque no quisieron revelar sus nombres por temor a represalias orientaron la investigación.
“Debería ser un pabellón con aire acondicionado que pueda mantener las bacterias por debajo, que lo recicle y evite el crecimiento de éstas, en ese ambiente no hay circulación de aire, el calor no favorece, ¿quién limpia eso?, nadie”, sentenció el primero de ellos.
La fuente advierte la cantidad de riesgos a lo que se exponen los trabajadores o las personas que, incluso sólo se acerquen al área, ya que existen bacterias anaeróbicas como la Clostridium perfringens, “Hay contaminación por la descomposición de los cadáveres, tú te llegas a cortar o a contaminar con esa bacteria y no duras ni 12 horas, crearía una gangrena húmeda”, añadió recordando un caso de hace 20 años en Ciudad Bolívar donde un patólogo falleció a consecuencia de eso.
Y es que las normas de salas de autopsia a nivel mundial indican que todas deben tener condiciones higiénico-sanitarias para que algún médico realice la respectiva necropsia, “Eso es lo peor que hay sobre la tierra, antes había una mejor, ahorita entras ahí y tienes que hacer las autopsias en las mañanas porque no hay tanto calor”.
La “puerta”
La ‘morguesita’ ya ha estado en boca de todos cuando los animales tiran al suelo una tabla que cumple la función de una “puerta” en el establecimiento donde son dejados los cuerpos, en algunas oportunidades, han desaparecido partes de cadáveres, que presuntamente nunca encuentran.
En el peor de los casos, hasta los cuerpos enteros se pierden, nadie sabe a dónde van a parar o qué hacen con ellos, aseguran.
Los familiares de algunos fallecidos, incluso, han tenido que “montar guardias” para que no pase nada con sus seres queridos.
“Se pierden las evidencias”
La opinión de otro experto lo califica como inhumano y un trabajo perdido tener que hacerle autopsia a un cadáver que ha sido contaminado o modificado por los animales, “Ahí no se puede trabajar, el aire acondicionado no es tan necesario, pero sí la ventilación”, contó.
En el lugar los cuerpos están expuestos a modificaciones en las heridas o lesiones que puedan presentar lo que dificulta el trabajo forense, “¿Cómo evidenciamos si fue una lesión o fue alguien que le causó la muerte?”, se pregunta.
Además de la cantidad de insalubridad que se respira, los forenses en más de una oportunidad no presentan los implementos adecuados para trabajar en un lugar como ese, con cadáveres descompuestos, “Ahí se trabaja sin protección, vamos allá, miramos y sabemos, toda persona que llegue allá está expuesta a contaminarse”, dice.
Todo el material que utilizan después de una autopsia debe ser botado, pero en la ‘morguesita’, a todos les provoca salir directo a un baño donde puedan limpiarse, coinciden.
En el Cementerio Nuevo, donde está la “morgue improvisada”, también laboran personas que trabajan con tumbas, comentaron también a EL INFORMADOR que evitan acercarse al lugar al menos que sea necesario, algunos no tienen otra opción, pues sus vestidores, donde descansan, almuerzan, se encuentran a unos cuantos metros del lugar de los olvidados.