Familiares de pacientes recluidos en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) de Barquisimeto vuelven al “árbol de los lamentos” y viven un calvario, allí en esperan sentados, acostados sobre cartones, colchonetas o apoyados en la pared de la capilla.
Entretanto, la Sala de espera La esperanza Divina Pastora está inoperativa. En efecto, a través de la puerta de vidrio se puede ver las sillas arrumadas entre polvo y telarañas que dista de la moderna edificación inaugurada en 2010 y rehabilitada cuatro años más tarde para que continuar ofreciendo un servicio confortable.
Esa comodidad se acabó hace dos años, cuando inició la pandemia, aseguran usuarios. Sin embargo, en el segundo piso que estaba acondicionado con 50 butacas para la pernocta de familiares, actualmente funciona una “Unidad de Atención a la Mujer”, Inamujer.
Al respecto, Argedrimar Antequera, oriunda de Quíbor, municipio Jiménez, quien estaba entre decenas de personas que aguardan en los alrededores del “árbol de los lamentos” y relató que tenía 11días frente al servicio de Emergencia del Hcuamp, porque su familiar sufrió un ACV.
“Han sido días difíciles, se pasa mucho trabajo, el sufrimiento es mayor, no hay baños y cuando llueve es peor. Por tanto, Deberían abrir la Sala Divina Pastora para que la espera sea menos agobiante”, expresó.
“Esa sala cerrada y uno necesitando descansar y cepillarse los dientes. Uno pasa mucho trabajo, aquí”, expresó Carlos Vásquez.
Igualmente, Jesús Soto dijo que hace mes y medio que su amigo sufrió un accidente de moto, desde entonces vive frente a la Emergencia con su colchoneta y un libro para hacer más llevadera su estadía. “Es absurdo que habiendo un sala de espera esté cerrada cuando hay tanta gente que necesita cobijo”.
Al respecto, El Informador Venezuela entrevistó al exdirector del Hcuamp y exdirector de Salud, Ruy Medina, quien recordó que la Sala de La Esperanza Divina Pastora fue construida y estrenada durante la gestión de Henri Falcón, como alcalde del municipio Iribarren, precisamente para que los familiares esperaran en mejores condiciones.
Es un espacio con capacidad para 180 personas con aire acondicionado, televisores, sanitarios, butacas para las personas sobre todo de quienes vienen en otros municipios o estados. Además, funcionaba un sistema de comunicación con el servicio de Emergencia del hospital para brindarle información al usuario, detalló.
En la segunda sala están los baños, allí se dispusieron 50 butacas para que las personas pernoctaran de manera digna. Esos espacios los complementaba un restauran que ofrecía comida de calidad y a precio asequible para usuarios y personal del Hospital. Actualmente al igual que la sala de Espera está abandonado, enfatizó el galeno.
Al respecto, El Informador Venezuela gestionó una entrevista con del director del referido centro de salud, José Gregorio Pérez, sin obtener repuesta, Sin embargo, la propuesta sigue abierta.