A la velocista Aminatou Seyni, de la República de Níger en África, hoy le han impedido participar en los 400 metros planos del Mundial de Doha 2019, debido a la falta de control sobre su condición hiperandrógina y la de poder seguir el tratamiento para bajar su tasa de testosterona.
Ella corrió y salió bien parada en series de los 200 metros, una distancia en la que sus posibilidades de aciertos son menores. Dijo, en la zona mixta destinada a descansar, que piensa arregar el asunto entre su mánager y la IAAF o la Federación Internacional de Atletismo.
Desde el 8 de mayo, un reglamento de la IAAF obliga a ciertas atletas que cuentan con una diferencia de desarrollo sexual (DSD), para mantener un tratamiento y tratar de bajar su tasa de testosterona, con el objetivo de poder de competir en las distancias que van entre los 400 y la milla o los 1.609 metros.
La sudafricana Caster Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, se niega a tomar medicamentos por ese motivo y no puede defender su título mundial en Doha. Su caso está en los tribunales suizos, después del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) el 3 de junio dar la razón a la IAAF.
Antonio José Seijas
Foto: Mundial de Atletismo de Doha 2019