No fue una jornada fácil para Marruecos el jueves 1 de diciembre por la noche en el estadio Al Thumama, pero contra un equipo canadiense extremadamente resistente, los Leones del Atlas acabaron ganando tras una gran lucha.
El equipo norteafricano comenzó bien y ya tenía dos goles de ventaja en el minuto 23, gracias a Hakim Ziyech y a Youssef En-Nesyri, que estuvo muy acertado. Pero cuando ya tenían el partido controlado, los hombres de Walid Regragui volvieron a meter a los norteamericanos en el partido mediante un desafortunado gol en propia puerta del ex jugador del Rennes Nayef Aguerd.
Conscientes de que su corta pero valiosa ventaja en el marcador les daría el pase a los octavos de final, independientemente de la suerte de belgas y croatas, que jugaban a la misma hora en el estadio Ahmad bin Ali, los marroquíes se esforzaron primero en defender bien, aunque eso supusiera dejar el balón a sus rivales para que actuaran a la contra.
La elección africana dio sus frutos, aunque los canadienses podrían haber empatado en un córner por unos milímetros. Sin embargo, el cabezazo de la leyenda Atiba Hutchinson no llegó a traspasar la línea tras golpear la parte inferior del travesaño.
El joven Azzedine Ounahi y sus compañeros, que ganaron su segundo partido de la competición, estarán en los octavos de final dentro de unos días, tras quedar primeros de grupo (2 victorias, 1 empate).
Los marroquíes comenzaron su partido contra los canadienses con intensidad y ganas de marcar rápidamente, pero no esperaban que su rival se lo pusiera fácil. En el minuto 4 del partido, el portero de los Canucks, Milan Borjan, cedió el balón a Hakim Ziyech en el centro del campo. El jugador del Chelsea no cometió ningún error desde 40 metros, y lanzó el balón fuera del alcance del culpable Borjan.
Marruecos dominó la mayor parte de las estadísticas y a pesar que muchos no los daban como favoritos para conquistar la cima de su grupo, con buen fútbol y méritos lo consiguieron, dejando claro que su nivel va en claro ascenso.
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