En el comercio larense han proliferado las ventas informales debido a que durante la cuarentena muchas personas apostaron por vender productos en las calles y así poder ganar algo de dinero.
El centro de Barquisimeto, es testigo de esta nueva realidad ya que con la pandemia muchos quedaron sin empleo y esta se convirtió en la mejor opción. En la calle se pueden ver vendedores en todas partes, algunos hasta obstaculizan el paso de peatones.
Eduardo Mendoza, vendedor ambulante de dulces resaltó que «esta es una forma de salir adelante, quizás no es mucho lo que se gana diariamente pero ayuda para llevarse algo a la boca, siempre hay alguien que quiere un caramelo o un chocolate, aunque sea uno pero se vende».
Los comerciantes coinciden en que los productos preferidos por los consumidores son leche líquida, harina de trigo, arroz, papel higiénico, detergentes, chocolates y medicamentos.
Antes, las ventas informales solo se veían en los alrededores de los mercados, ahora los pequeños comerciantes se aprecian en plazas, calles, avenidas y hasta afuera de casas de barrios y urbanizaciones.
Confiscaciones de los productos
Sin embargo, este tipo de ventas han tenido muchos obstáculos, mayormente, las confiscaciones de sus productos en las semanas radicales. Al respecto, Mendoza dijo que «a más de uno le han quitado sus productos por que se pasan de la hora pero también es una maldad, tantos comercios abiertos y tanta gente en la calle y buscan al que menos tiene para quitarle lo poco que hizo en el día».
«A mi no me ha pasado… pero si me han llegado varias veces con amenazas, por eso muchos intentamos irnos una hora antes de la acordada porque nos da miedo que nos quiten los productos» dijo.
Otro de los restos son los robos, el vendedor resaltó que «varias veces vienen personas que intentan distraernos y se llevan un chocolate pequeño o hasta un combo, es difícil porque por un lado se entiende la necesidad pero por otro está mi necesidad y esto es una inversión que yo hago, me toca estar muy pendiente de que no me quiten nada».
Alquileres por los cielos
Otra de las razones por las cuales muchos comerciantes deciden vender en las calles es que los alquileres de los locales son muy costosos. La mayoría no baja de 60 u 80 dólares mensuales.
El joven comerciante, destacó que con sus ganancias «no da para alquilar un local por más pequeño que sea, es preferible tender una sábana en el piso o colocar una mesa en la acera pero alquilar definitivamente no es una opción si vendes muy poco».
María Delgado, vendedora de ropa, dijo que «o comes o pagas un local, yo intenté alquilar uno cerca del Terminal donde también hay bastante movimiento pero igual es poco lo que se vende y no da, para alquilar, no da».
Eliagnis Mora
Foto: El Informador Venezuela / Ángel Zambrano