En la antesala de la celebración del Día Internacional de la Mujer, las reclusas de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) pasarán la fecha en el más completo abandono.
Tal expresión está contenida en un boletín informativo emanado del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), al referirse al “calvario” que viven dichas recusas en el antes mencionado centro de detención, ubicado en San Juan de Los Morros, Estado Guárico.
Como se sabe, el Día Internacional de la Mujer se celebrará este martes 10 de marzo.
Explica el boletín que, allí, en este momento, se encuentran detenidas un total de 103 mujeres, “que, además de las condiciones inhumanas que ya se han hecho crónicas en ese aposento carcelario, también tienen que pagar para recibir, o para que les sean entregados, los paquetes de alimentos o de insumos personales que les llevan sus familiares”.
De acuerdo con el OVP, los familiares de las reclusas deben pagar en muchos casos hasta 10 dólares a los funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios para que éstos les entreguen los referidos paquetes.
“Valga destacar” –añade el documento- “que una gran cantidad de tales reclusas tiene su familia fuera, y en algunos casos muy lejos, de la ciudad de San Juan de Los Morros, por loque, en la gran mayoría de los casos, el trasladarse hasta allí es, para los familiares, un verdadero calvario”.
“Obviamente, esta situación se agrava si, tal como es sabido por la gran mayoría de los venezolanos, estas reclusas provienen casi todas de familias de modestos o de muy bajos recursos económicos, lo que agrava aún más ese calvario”.
Una dieta muy pobre
“Hasta hace poco, la dieta de estas reclusas consistía en bollos de harina, arepas sin ningún relleno y una que otra verdura cocida”.
“Por fortuna, tras algunos reclamos de las detenidas, se logró que se mejorara un poco tal situación, pero las reclusas viven bajo el temor de que, en poco tiempo, se vuelva a lo mismo”.
“En cuanto al agua, hemos tenido conocimiento de que ese servicio, hasta ahora y por fortuna, está llegando por vía de camiones cisternas”.
“Hasta principios del pasado año, se permitían, de alguna manera, las visitas de familiares y allegados, pero, desde el inicio de la pandemia del coronavirus, esas visitas fueron intensamente restringidas”.
“Y prácticamente las reclusas han dejado de ver, desde entonces, a sus padres, hermanos y esposos, y algo muy importante: Para las visitas conyugales, que son tan necesarias, hay que llenar previamente un ´papeleo’ para lograrlo”.
En el caso de los niños…
“Y en cuanto a los niños, éstos únicamente tienen permitido ingresar al penal en fechas especiales, como la Navidad, el Día de las Madres o el Día del Niño”.
“Como consecuencia de ello, a muchas de las madres allí recluidas se les presenta la situación de que no han podido ver ni abrazar a sus hijos desde el inicio de la pandemia, el año pasado”.
“Por cierto, valga señalar que ésta es una situación que se repite prácticamente en todos los recintos penitenciarios del país”.
Reinaldo Gómez
Foto: Cortesía OVP