Los árbitros del fútbol español se congregaron el jueves 2 de marzo en Madrid para defender su profesión a raíz del escándalo por los pagos de millones de dólares que el Barcelona realizó durante varios años a un exárbitro que por entonces se desempeñaba como su vicepresidente.
El Barcelona ha negado haber cometido algo ilegal e insiste que el dinero se destinó para recibir reportes sobre árbitros y jugadores fiscales. Pero la Fiscalía de España abrió una investigación luego que las autoridades de Hacienda del país decidieron involucrarse en el caso.
“Los árbitros somos los primeros interesados en que la justicia siga su curso y, por supuesto, en que se depuren las responsabilidades pertinentes», dijo el colegiado José Sánchez al leer un escrito en nombre deel colectivo de árbitros.
El escrito añadió que «las supuestas acciones individuales de una persona que formó parte de esta casa no pueden manchar de esta manera tan dolosa nuestra imagen y la honorabilidad de este gran colectivo”.
Más de 200 colegiados retirados y en activo acudieron a la primera rueda de prensa convocada por la federación española desde que el escándalo se destapó el 15 de febrero cuando la cadena radial SER difundió la noticia.
Los árbitros procuraron distanciarse del vínculo entre el Barcelona y el exárbitro José María Enríquez Negreira, quien formó parte del comité de árbitros de la federación entre 1994 y 2018. Según versiones de medios españoles, los pagos del Barcelona a Enríquez Negreira alcanzaron los 7 millones de euros (7,5 millones de dólares) entre 2001 y 2018, cuando fueron interrumpidos.
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