El número de fallecidos en Portugal por COVID-19, asciende a 209 personas, en tanto que se han superado los 9.000 contagiados, según datos divulgados hoy por las autoridades, que se preparan para anunciar en las próximas horas la ampliación del estado de emergencia.
Cuando se cumple un mes del primer caso detectado en el país, el registro oficial de la Dirección General de Salud anuncia que en las últimas 24 horas se han registrado 22 muertes más y 783 nuevos contagios, hasta llegar a los 9.034 casos.
Del total de infectados, 1.042 están ingresados, y de ellos 240 están en cuidados intensivos.
Todo en una jornada en la que el Parlamento ha aprobado la prórroga del estado de emergencia, que entró en vigor el día 19 de marzo y concluía hoy.
La ampliación llegará hasta el 17 de abril, a propuesta del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que ha firmado un decreto respaldado en el Parlamento por casi todos los partidos.
Solo ha constado como excepciones la abstención del Partido Comunista, los Verdes, el ultraderechista Chega y una diputada independiente, en tanto que Iniciativa Liberal ha votado en contra.
A la votación sigue un consejo de ministros, encabezado por el primer ministro, el socialista António Costa, que deberá definir qué medidas adicionales se toman en esta segunda fase del estado de emergencia.
En cuestión están, según la prensa portuguesa, medidas que afectan a la Educación, después de que las clases presenciales se suspendieran el pasado 16 de marzo, así como una reorganización de los trabajadores sanitarios y limitación a los despidos para proteger empleos.
Costa ha advertido hoy que es “indispensable” mantener el estado de emergencia al menos otras dos semanas y ha subrayado que abril será un mes “difícil” para los portugueses, a los que ha pedido que sigan con el confinamiento en casa y cancelen cualquier desplazamiento previsto para Semana Santa.
Foto vía: El Comercio