En el Viernes Santo se celebra la Pasión y Muerte de Jesucristo. Con su sacrificio, Cristo pagó el precio que la humanidad debía pagar por sus pecados.
Este día la Iglesia no celebra la Eucaristía y ningún sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos.
La celebración litúrgica conmemora la Muerte del Señor, se realiza también la celebración de la Palabra que concluye con la adoración de la Cruz y con la Comunión Eucarística, consagradas el Jueves Santo.
Hoy se invita además a acompañar al final de la adoración de la cruz una pequeña conmemoración de la Virgen María, la Madre dolorosa, que estuvo a los pies de la Cruz./SYGA
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