La Corte de Apelaciones confirmó la sentencia condenatoria a 30 años de cárcel contra el general Héctor Hernández Da Costa y Oswaldo Castillo por supuestamente estar involucrados en el ataque con drones contra del presidente Nicolás Maduro, la tarde del 4 de agosto de 2018 en Caracas cuando presidía el acto por el aniversario 81 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
La hija de Hernández Da Costa, Loredana Hernández, informó por su cuenta de X que “la juez de apelación Katherine Harrimgton ratificó la injusta condena de mi padre el general Héctor Hernández Da Costa”.
Aseguró esta decisión se tomó “a pesar de ser inocente, sin prueba, ni testigos en contra e irrespetando las medidas internacionales de protección y liberación que posee mi padre”.
Por otra parte, la abogada Theresly Malave también anunció en redes sociales que «la Corte de Apelaciones confirmó la sentencia en contra de Oswaldo Castillo a 30 años de prisión». Estudiaba el décimo semestre de ingeniería en la Universidad Rafael María Baralt, del estado Zulia, y fue detenido el 6 de octubre de 2018 por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Aseguró Malavé que fue condenado a pesar de haber pruebas que demuestran su inocencia. Lo mismo ocurrió en el caso de Da Costa, cuya inocencia fue afirmada por el exsubdirector de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Christopher Figuera, quien ofreció detalles de cómo supuestamente se inventó ese expediente, reseña Tal Cual.
Héctor Hernández Da Costa era jefe del Comando Nacional Antidrogas de la Guardia Nacional (GN) y desempeñó ese cargo hasta el 13 de agosto de 2018 cuando fue detenido por supuestamente estar involucrado en el presunto ataque en contra del presidente Nicolás Maduro.
Desde que Da Costa fue detenido, sus familiares han denunciado irregularidades y violaciones al debido proceso. Asimismo, que la salud del general ha empeorado porque padece de diabetes y síndrome coronario agudo por angina inestable en el corazón fue sometido a una operación de miocardio en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo. Sin embargo, no recibe la atención debida.
El 4 de agosto de 2022, el Tribunal Especial Primero de Primera Instancia en funciones de Juicio de Terrorismo, a cargo de la jueza Hennit Carolina López Mesa, dictó penas por 30, 24, 20, 16 y 5 años para las 17 personas que supuestamente están vinculadas al caso de los drones. Los fiscales que llevaron el proceso de acusación son Farik Karín Mora Salcedo y Dinora Bustamante Puerta.
12 de los señalados recibieron las penas máximas que establecen las leyes venezolanas: Juan Carlos Monasterios, Argenis Valera, José Miguel Estrada, Oswaldo Castillo, Alberto Bracho, Brayan Oropeza , Henribert Rivas, Yolmer Escalona, Emirlendri Benítez, Yanin Pernía, general de división de la Guardia Nacional, Alejandro Pérez Gámez; y el coronel Pedro Zambrano.
Ratifican condena contra Emirlendris Benítez
Harrington también ratificó la condena contra Emirlendris Benítez, a quien sentenciaron a 30 años de prisión por su presunta participación en el caso dron, reseña Efecto Cocuyo.
“La juez de apelación Katherine Harrington ratificó la injusta condena de mi hermana Emirlendris Benítez saliendo que ella es inocente pido libertad para mi hermana”, escribió este miércoles 3 de abril, Melania Leal, hermana de la presa.
Benítez, madre de dos hijos: uno de nueve años y otra de 23 años, está privada de libertad desde el 5 agosto de 2018, en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof), ubicado en Los Teques, estado Miranda. Según sus familiares ha sido víctima de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes y tuvo un aborto. Cuando la detuvieron tenía cuatro meses de embarazo.
Salud complicada
El estado de salud de Benítez sigue delicado. Tras casi seis años de prisión, las complicaciones médicas de la mujer de 42 años son motivo de profunda preocupación de sus familiares.
Fuentes cercanas a Benítez informaron el mes pasado que sigue con dolores en la columna y, aunque le medicaron tratamientos, los fármacos no surten efecto. Emirlendris está en silla de ruedas debido a las graves torturas y una infiltración de biopolímeros en sus glúteos.