Aura Rosa Castillo.- Con gran colorido y entusiasmo celebraron su día los trabajadores simpatizantes del partido oficialista, en su mayoría de diferentes instituciones públicas, quienes desde temprano acudieron a la sede del PSUV, carrera 19 con calle 60, de donde partió una caravana hacia la Plaza Bolívar de Barquisimeto. A las 10:46 a.m. arrancó la caravana, previamente los asistentes bailaron salsa y tambor entre otros géneros.
Fue unánime el llamado a la paz y el rechazo al “intento de golpe de Estado” por parte de los funcionarios gubernamentales encabezado por la secretaria general de gobierno Carolina García, quien representó a la gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez.
A su paso por la avenida 19, vía escogida para llegar al destino de“la caravana multicolor” recibió tanto rechazo como aplausos en medio de bullicio y narrativas de los animadores que aupaban a los trabajadores y los felicitaban por la efemérides.
Sin embargo, durante el recorrido se exaltó más a los líderes de la revolución que a los trabajadores y la reivindicación de derechos labores.
A las 11:30 a.m. llegaron a la Plaza Bolívar en donde esperaba otro grupo junto al alcalde de Iribarren, Luis Jonás Reyes así como algunos diputados y concejales.
En el sitio, Orlando Vera, en representación del complejo siderúrgico, denunció “el asedio”, que según él son sometidos los venezolanos por parte del imperio norteamericano y la Unión Europea y que ha llegado a lo más bajo”.
Manifestó que lo sucedido este martes, (se refería al “levantamiento cívico-militar”, denominado así por el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guidó) debe llamar a la reflexión sobre el poder político comunal y movimientos sociales de obreros y campesinos al tiempo acusa a las cúpulas empresariales VenAnChan y Fedecámaras, entre otras, de aprovecharse de los trabajadores. “Lo que genera riqueza es el trabajo no el capital”, enfatizó.
Gustavo Sánchez, del sector alimento, rememoró los 133 años de “gesta histórica”, y rindió homenaje a los mártires de Chicago.
“Este día no hay nada que celebrar y mucho porque luchar” –dijo– para citar de inmediato el legado de Chávez y la “reivindicación de la clase obrera”, tras la reforma de Ley del Trabajo en 2012, con la cual -según él– se les devolvió los derechos conculcados a los trabajadores.
“Chávez vino de Cuba, cuando su situación de salud era compleja, para saldar esa deuda con los trabajadores”, -dijo- al tiempo que reiteró el llamado a defender los derechos laborales y la muchedumbre gritó: Leales siempre, traidores nunca”.