Tratando de reiniciar las clases en todos los niveles sin disparar la curva de contagios de coronavirus, desde el gobierno de Austria idearon una forma para testear a los más chicos sin que se den cuenta y sin molestias, esto por medio de chupetas.
Las autoridades de la nación europea probaron en jardines de infantes dispositivos de detección de Covid-19 en forma de esta golosina muy solicitada por los niños, una alternativa para que temen los test nasales o en la garganta.
El objetivo es volver a la presencialidad en todos los ámbitos, todo lo que se pueda, pero sin reportar una nueva ola. Por eso estos nuevos test, y la presencia de alumnos en los centros escolares, se teme que las variantes más contagiosas del virus se expandan, especialmente entre los niños.
La provincia austriaca de Burgenland ya reservó 35.000 de estas pruebas de detección. Los padres de la región recibieron una carta para informarles que cada niño recibiría gratuitamente tres de estos test por semana.
“Es lógico tener controles más estrictos en el ámbito de la educación”, dijo Dominik Krotschek, padre de un niño de tres años. “No ha habido ningún problema: hoy lo volvimos a hacer y funcionó bien”, agregó luego que se probara la dulce prueba . /JU