En un encuentro realizado este domingo en Rumania, el papa Francisco pidió perdón a los gitanos en nombre de la Iglesia por “las discriminaciones, las segregaciones y los malos tratos”.
“Pido perdón, en nombre de la Iglesia, al Señor y a ustedes, por las veces en que, en el curso de la historia, los hemos discriminado, maltratado o mirado mal, declaró el papa en un discurso dirigido a la comunidad gitana de la ciudad de Blaj, ubicada en el centro de Rumania.
«Cargo con un peso», agregó, «el peso de las discriminaciones, de las segregaciones y de los malos tratos padecidos por su comunidad. La Historia nos dice que incluso los cristianos, incluso los católicos, no son ajenos a tanto mal».
El papa fue recibido por miles de personas en el barrio de Barbu Lautaru, construido alrededor de una calle estrecha de casas pequeñas adosadas. Previamente, beatificó a siete obispos mártires del régimen comunista.