Es una cruz, fíjense, es una cruz, exclamó María Corina Machado desde su tribuna, dirigiéndose a los diez mil ciudadanos que se agolparon para apoyarla en la intercesión de dos importantes avenidas de Carora.
Dios está con nosotros dijeron en coro la oradora y el pueblo emocionado desde las calles atiborradas de dolor, canto, alegrías, ilusiones y fervor democrático. La voz de la líder poco se escuchaba porque las previsiones de asistencia eran para unas mil personas y ese número se multiplico por diez, conformándose una multitud que nunca antes se había tenido en la capital torrense.
La cruz humana alumbrada de celulares en linterna proyectaba su poderosa luz al cielo y desde arriba el acople de luceros se hizo camino iluminado de sueños y bendiciones candorosas. Esa cruz es la última estación del largo calvario de sufrimientos que ha tenido el pueblo caroreño, el pueblo venezolano.
El pueblo venezolano ha sufrido un largo vía crucis de penurias, necesidades y atropellos. Colas inmensas para comprar comida, colas enormes para retirar efectivo de los bancos, colas kilométricas para echar gasolina, esperas interminables para el gas domestico, cortes de luz permanentes, falta de agua por días meses y hasta años, persecuciones y cárcel como castigo a las protestas, expropiaciones, fuga de millones de compatriotas por desiertos, selvas, paramos y ríos, para muchas veces recibir vejaciones en los países destino.
El caroreño agarró todos esos dolores y los empaquetó en la esperanza que representa una mujer que convirtió sus planes de niña de alta sociedad en una misión de resucitar la fe de un pueblo que agonizaba en la tristeza de la resignación y ponerlo a galopar a lomos de un Pegaso llamado libertad. Carora hizo una cruz de diez mil personas entre la avenida Catorce de Febrero y la calle Lidice, esa calle que recuerda una masacre nazi que es también la masacre de un sueño comunista vernáculo que terminó en un Holodomor silencioso. Carora hizo una cruz de esperanza y la entregó a María Corina Machado, no para que le doblegue la espalda sino para que le sirva de protección y luz contra la maldad de los tiranos y la ambición de quienes la quieren usar como portaviones en las elecciones del 2025, sin entender que el futuro llega hasta el 28 de Julio de este año y que a partir de allí habrá un barajo de coyuntura donde las mejores cartas las tendrán quienes manejen con inteligencia y solidaridad los tiempos de transición.
UN TESTIMONIO HONRADO
De Carora María Corina viajó a Quibor El Tocuyo y Sanare, miles de personas durante todo el trayecto, en las casas a mitad de la vía, en las entradas de las ciudades y a cada vuelta de los cauchos de su camioneta una multitud en éxtasis que le rendía devoción cono si de una santa se tratara. No estaba previsto su visita a El Tocuyo, se corrió la voz una hora antes y al llegar la ciudad estaba colapsada, todo el pueblo salió a la calle y se formó un callejón de centenares de personas desde Palo Verde hasta la entrada, una caravana de 300 motos hizo un recorrido por todas las calles trocando corneta y encendiendo luces para notificar que ya no eran rojos rojitos sino bandera tricolor al servicio de la libertadora.
A Cabudare, la capital del Municipio Palavecino llegó rodeada de una comitiva que la recibió en el aeropuerto y bajó por la ribereña como un alud de carnaval desenfrenado. De su discurso en el centro de Cabudare recogemos el comentario puesto en Instagram de una dama seguidora del Movimiento DECODE quien con serena emoción describió a la perfección el momento vivido al lado de la tarima :” Yo estuve en ese acto maravilloso en Cabudare, cerca de la tarima, María Corina tiene una sonrisa serena que trasmite paz y todos la adoramos, recibió un ramo de flores, rosarios que ella dijo le transmiten una fuerza telúrica y la protege, un dibujo que hizo un niño y ella colgará en su oficina, también una bella bufanda tejida a crochet con los colores de la bandera y un sombrero largo con letras qué decían «hasta el final»…
Sin embargo lo más importante es que su carisma y compromiso con Venezuela les ha devuelto la esperanza a los venezolanos, allí no había ni un solo autobús, personas de todas las edades que aguantamos un sol inclemente por horas sólo para verla y escucharla.
Me emocionó ver una marea de jóvenes, estuve rodeada por ellos y eso es importante ya que ellos se mantenían al margen de cualquier acto político. Gracias María Corina por tanto. Dios y la Divina Pastora te sigan dando fuerzas y te protejan para seguir luchando por la libertad de Venezuela” Yoly Deluca.
Jorge Euclides Ramírez
Foto: Cortesía