Reinaldo Gómez.-
Definitivamente, muchos transportistas siguen haciendo de las suyas tanto en Barquisimeto como en las zonas adyacentes, y cada vez con mayor audacia y desfachatez. Es decir, se adueñaron de la capital larense y de sus entornos. Así de simple.
¿Por qué…? Pues sencillamente porque –y aun cuando admitimos que en algún momento nos pareció exagerada la expresión— vienen haciendo, y no desde ahora, simplemente lo que les viene en ganas.
Y no es solamente que están ya cobrando –algunos de ellos, por lo menos—700 bolívares por pasajero, sino que, por si fuera poco, ahora tampoco quieren recibir los billetes de Bs. 50,oo, cuando resulta que ahora es cuando los bancos están pagando los retiros con billetes de Bs. 50,oo “herejes”, como se dice en buen criollo, y encima de todo eso, también ocurre algo que resulta sencillamente indignante, como lo es el que también muchos de ellos, los transportistas, no quieren respetar el carné o la tarifa de la tercera edad, que exonera a los “viejitos” del pago de tarifa alguna, y menos quieren respetar el pasaje preferencial estudiantil, que ya desapareció “por muerte lenta”, porque los mismos transportistas lo mataron.
Pero, si bien los anteriormente señalado es indignante, más los es la triste realidad que actualmente viven los iribarrenses: Sencillamente no hay autoridad alguna que le dé un “parao” a esta situación de abuso prácticamente a mano armada, por cuanto muchos de esos transportistas no tienen inconveniente en no recoger al pasajero que no carga los 500 bolívares, o los 700, en algunos casos.
Recuérdese incluso que la tarifa que fue fijada por la Alcaldía del Municipio Iribarren para la ciudad fue de 300 bolívares por pasajero, y, hasta donde tenemos entendido, la misma sigue vigente.
Y, si bien es cierto que tenemos conocimiento de que algunos transportistas han sido multados por el cobro excesivo de la tarifa, también es cierto que son muy pocos los que han sido objeto de tal sanción, por lo cual, todos, o casi todos, siguen haciendo de la suyas, prácticamente ante los ojos de las propias autoridades.
Los barquisimetanos hacen un llamado a las autoridades competentes a los fines de que ejecuten acciones contundentes sobre este particular.