La selección femenina de Suecia sobrevivió a la superioridad de la tenencia del balón y a las ocasiones de Australia y aprovechó su gran oportunidad, en una indecisión en la salida de la guardameta Micah Teagan nada más al comienzo de la segunda mitad, para meterse en su segunda final consecutiva de Juegos Olímpicos, esta vez frente a su similar de Canadá.
La selección norteamericana derrotó, también por la mínima y con sufrimiento, a su vecina del sur que se presentaba como máxima exponente y será el rival para una Suecia que persigue su primera medalla de oro tras tener que conformarse con la plata en los Juegos de Río 2016 al perder la final ante Alemania (2-1).
El equipo escandinavo volvió a sufrir contra Australia, como ya hizo en la fase de grupos, pero volvió a ganar demostrando una defensa compacta y argumentos tácticos de primer orden, que al fin y al cabo es lo que cuenta. Las condiciones climáticas que se dieron en Yokohama, 29 grados y 89 por 100 de humedad en la noche nipona no ayudaron a que fuera un partido vistoso. Es más, hasta el minuto 37 no hubo nada destacable.
Fue entonces cuando la portera sueca, jugadora del Atlético de Madrid, Hedvig Lindahl, salió con dudas a por un balón dividido y facilitó el disparo a Kyah Simon, aunque no estuvo acertada, como en el resto del encuentro.
Australia apretó antes de ir al descanso, pero ni Alanna Kennedy con un disparo lejano ni Samantha Kerr en el 42 con un tanto anulado por un ajustado fuera de juego en una falta lateral, pudieron abrir el marcador, pero no lo hicieron y el que no hacen le hacen reza el dicho.
Nada más reanudarse el partido, Filippa Angeldal puso un centro al área que Teagan dudó si salir o no, Blackstenius creyó más que nadie y forzó el balón suelto que Fridolina Rolfo aprovechó dentro del área, de volea, para hacer el 0-1 definitivo. /JU
Foto: AP News