La selección francesa sub-23 ha demostrado su superioridad y ha dado un paso firme hacia el podio olímpico al derrotar a Argentina por 1-0 en los cuartos de final de los Juegos de París 2024, este viernes 4 de agosto.
Un encuentro que dejó en evidencia la ambición de los galos, por un lado, y la falta de contundencia de la albiceleste, por el otro lado.
Desde el inicio del partido, Francia impuso su ritmo de juego, controlando el balón y generando constantes llegadas al área rival.
La presión alta y la rápida circulación de la pelota desestabilizaron a la defensa argentina, que tuvo dificultades para encontrar espacios.
El gol que abrió el marcador llegó temprano, en el minuto 4, gracias a un tiro de esquina que culminó con un preciso cabezazo del delantero del Crystal Palace, Jean-Philippe Mateta.
¡Argentina no supo controlar la desesperación!
A pesar del gol en contra, Argentina no se rindió y trató de reaccionar. Sin embargo, la falta de ideas en el mediocampo y la imprecisión en el último pase les impidieron generar peligro real ante la portería francesa. Los intentos de la albiceleste se vieron frustrados por una sólida defensa gala.
En los últimos minutos del partido, Argentina intensificó su presión en busca del empate, pero los franceses supieron mantener la calma y controlar el partido.
Así, a pesar de algunos momentos de tensión y de un par de acercamientos peligrosos de los argentinos, el marcador no se movió.
¡Francia a dos partidos de la medalla dorada!
Con este triunfo, Francia, que ya está en semifinales, demuestra ser un equipo sólido y bien organizado, con jugadores de gran calidad y una gran capacidad para adaptarse a diferentes situaciones de juego.
Los galos se han ganado a pulso su pase a las semifinales, y se perfilan como uno de los principales candidatos a llevarse la medalla de oro.
Por su parte, el equipo dirigido por Javier Mascherano se despide de los Juegos Olímpicos con la sensación de haber dejado escapar una oportunidad histórica.
La albiceleste no pudo aprovechar las ocasiones que generó, y pagó caro los errores individuales en defensa.
Al finalizar el encuentro, se produjeron algunos escarceos entre jugadores de ambos equipos, pero la situación fue rápidamente controlada por los árbitros. Finalmente, los jugadores franceses celebraron la victoria con su afición, que los ovacionó en el estadio.
Fuente: Meridiano
Gráfica: Referencial
RG