El medio artístico mostró su indignación por la apertura de una quincalla en los espacios del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, alegando una falta justificación debido a que el espacio artístico tiene casi dos años cerrado por la pandemia.
“La tiendita se ubica en un corredor lateral del Museo, bajo unas escaleras de acceso hacia la Biblioteca y la sala virtual del proyecto liderado por Sofía Ímber, cuya obra maestra sigue siendo atacada y degradada por el régimen, al permitir la “ranchificación” del espacio y del contexto”, dijo Sergio Monsalve para el portal el Observador.
El gremio recalcó que esos espacios están específicamente reservados para las actividades del museo y no para su uso comercial.
Hasta ahora no hay pronunciamientos oficiales al respecto de este tema.