Algunos de los miles de manifestantes antigubernamentales que salieron a las calles de Hong Kong el sábado atacaron la oficina de la agencia oficial de noticias Xinhua por primera vez después de que estallara el caos en el centro de la ciudad. La policía usó gas lacrimógeno contra los manifestantes, algunos de los cuales lanzaron bombas incendiarias mientras el movimiento de protesta se acerca a la marca de los cinco meses.
Las calles de la elegante zona comercial Causeway Bay y el cercano parque Victoria estaban envueltos en nubes de gas lacrimógeno, provocando que los manifestantes huyeran mientras la policía antimotines se movilizaba rápidamente para tratar de bloquear una manifestación más para exigir una significativa autonomía, después de que Beijing indicara que buscará reforzar su control sobre el territorio chino.
La policía desplegó en las inmediaciones al menos dos camiones equipados con cañones de agua. Había advertido a los manifestantes que ocupaban el área que se trataba de un evento no autorizado y que violaron la prohibición del gobierno de utilizar máscaras.
Los manifestantes irrumpieron en la oficina de Xinhua en el barrio Wan Chai de la ciudad. Destrozaron la puerta de vidrio y las ventanas, rociaron pintura roja, hicieron grafitis y prendieron un pequeño fuego en la recepción.
Los bancos y las empresas chinas vinculadas con China han sido con frecuencia blanco de las protestas a medida que se ha ido acumulando la ira contra Beijing. Los manifestantes acusan al gobierno central chino de infringir las libertades garantizadas a Hong Kong cuando Gran Bretaña devolvió la ciudad a China en 1997.
Horas antes el sábado, algunos manifestantes irrumpieron en un campo de fútbol para desenterrar una portería y barandillas metálicas a fin de usarlas para bloquear la entrada al parque.