Un día como hoy, hace 20 años Pixar estrenó “Monsters, Inc.”, la terrorífica y divertida historia de los habitantes de Monstruópolis, la ciudad sin humanos que sobrevive gracias a los gritos de los niños.
Esta era la cuarta película de Pixar Studios, después de “Toy Story”, “Bichos” y “Toy Story 2”, con las que ya habían enamorado al público infantil.
La idea que dio origen al filme se remonta a 1994 cuando, en una comida de trabajo, Pete Docter, Andrew Stanton, Joe Ranfit y John Lasseter hablaron sobre la posibilidad de hacer una cinta sobre los monstruos que salen de los armarios y que todos los niños temen.
La película comienza con la actividad diaria de dos de los trabajadores de la compañía, un monstruo enorme, peludo y adorable de color azul llamado James P. Sullivan (Sulley), y su bromista mejor amigo, Mike Wazowski, un pequeño cíclope verde.
Son dos “asustadores” de la fábrica cuya misión es entrar al mundo humano para asustar a los niños y cosechar sus gritos, a través de puertas que activan portales a los armarios de sus dormitorios.
El trabajo se considera peligroso, ya que se cree que los niños humanos son tóxicos y, por si fuera poco, la producción de energía está cayendo porque los niños se asustan con menos facilidad.
Divertidas complicaciones
La situación empeora cuando una noche Sulley descubre que alguien ha dejado una puerta activa. Mientras inspecciona la puerta, una niña de dos años, Boo, se cuela accidentalmente en la fábrica, y después de varios intentos fallidos del asustador para devolverla, Randall, un empleado malvado con forma de camaleón de color morado, se entromete.
Sin embargo, cuando descubren que la niña no es tóxica y que su risa genera diez veces más energía que los gritos, Sulley diseña un plan para resolver la crítica situación energética de Monstruópolis y poder devolver a Boo con su familia.
Según ha explicado el director Pete Docter en el libro “El arte de Monsters,Inc.”, con “Toy Story” y “A Bug´s Life” contaban con elementos reales sobre los que basar los diseños de las películas, pero «Monsters» exigía crear a los personajes de cero.
El diseño de Sulley evolucionó a lo largo de sus dos años de desarrollo y pasó por cerca de treinta figuras tridimensionales distintas; sin embargo, el de Mike básicamente siguió siendo el mismo que el del primer boceto conceptual, es decir, un círculo con un ojo en medio con brazos y piernas.
Boo también experimentó diversos cambios a lo largo de la historia: “Fue una niña consentida, una niña rebelde y un niño de ocho años. Necesitábamos que el personaje resultará lo más tierno y atractivo posible -comenta Docter- y llegamos a la conclusión de que era casi imposible superar a una niña de dos años”.
Una de las grandes innovaciones que aportó “Monsters, Inc.” a la animación fue el extremo detalle con el que se consiguió retratar a Sulley, compuesto por 2.320 pelos que se animaron individualmente cada uno.
Esta película fue otro éxito de Pixar, que recibió muchos elogios además de recaudar, según Box Office Mojo, más de 562 millones de dólares. Fue nominada a los Óscar en las categorías de Mejor Película Animada, Mejor Banda Sonora y Mejor Edición de Sonido. Perdió contra «Shrek».