Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá acordaron extender sus áreas marinas y protegerlas de manera conjunta en el Pacífico Tropical, según anunciaron el martes en la conferencia climática de Naciones Unidas en Glasgow.
“Estamos protegiendo ecosistemas tan valiosos como Galápagos, como la Isla del Coco y sus alrededores, de los ecosistemas más valiosos del mundo”, dijo durante el anuncio el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada.
Esta iniciativa se empezó a gestar en 2004, cuando los cuatro países crearon el Corredor Marino en el Pacífico Este Tropical (CMAR) por medio de una declaración conjunta que se propuso conservar las islas Galápagos, Gorgona, Malpelo, Coiba y Cocos. Desde entonces, se enfocan en la gestión sostenible de los recursos marinos amenazados por la pesca ilegal, la conservación de los ecosistemas, el turismo responsable y el control de las áreas protegidas.
“Este corredor es hogar de una excepcional biodiversidad, endemismo y concentración de especies, incluyendo especies migratorias importantes que sustentan la producción pesquera y el turismo a todo lo largo de su extensión”, explicó el Ministerio de Ambiente de Panamá en un comunicado.
Los países latinoamericanos buscan alcanzar la meta de 30X30, que consiste en proteger el 30% de la superficie terrestre y del área marítima para 2030 para enfrentar la crisis climática.
El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró que se trata del “área protegida marina más grande del hemisferio occidental”, debido a que cada país la está ampliado en “decenas de miles de kilómetros”. En el caso de Colombia se protegerán 16 millones de hectáreas adicionales en zonas marítimas.
“Hemos escuchado muchos discursos vinculados al cambio climático, muchos compromisos, la mayoría que no se cumplen… ese es un mensaje potente, una acción y eso es lo que necesita el país y el mundo”, aseguró el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo.
El ministro de Medio Ambiente del Reino Unido, Lord Zac Goldsmith, también resaltó que la iniciativa latinoamericana constituye una “solución real” que beneficiará al mundo entero. AP