El margariteño René Reyes, de 43 años, en su 23ra campaña reapareció con Tiburones de La Guaira el martes 30 de noviembre en el estadio José Pérez Colmenares de Maracay, y contra Tigres de Aragua largó un sencillo impulsor de su carrera 100 con el elenco escualo, para su nuevo equipo tomar ventaja en el marcador de 5-3 y finalmente ganar, amparado en cierre espectacular de Gregory Infante que se anotó su primer rescate de la temporada y el grupo salado salir de un slump de siete fracasos consecutivos. Reyes jugó para La Guaira en la 2013-2014 y 2014-2015.
El periodista Andrés Espinoza Anchieta, de prensa de la LVBP, echó un cuento bien condimentado e hizo un relato sobre René que a él mismo se le debieron poner los pelos de punta. Un bateador de mil hits en esta Liga, un fildeador insigne, un bateador de mucho respeto, pero que cuando le tocó consumir turno ante el cerrador zuliano Henry Alberto Rodríguez, parecía que iba a enfrentar a Roger Clemens, Greg Maddux o al dominicano Pedro Martínez en las Grandes Ligas.
¡Estaba asustado!, como si fuera la primera vez que cogía un bate, pero así a veces ocurre, según decía Oscar Yanes el recordado «Chivo Negro» de «así son las cosas». Temblaba, veía a Henry Alberto como un gigantón ante un peloterito salido de La Charneca o El Guarataro de Caracas donde se defienden más jugando pelotica de goma o echando cocos en una esquina.
Andrés, el reportero de la LVBP, informó que René conectó un machucón que pasó por encima de la cabeza del pítcher, pasó entre el campocorto y la segunda base, siguió hacia el jardín central y empujó al corredor emergente Jesús Lujano, que significó la quinta carrera de los Tiburones o la anotación del alivio para no tener sobresalto. Ni miedo ni angustia, habría dicho René cuando llegó al dugout. Lo cierto es que la experiencia no tiene precio y es lo que sucedió con un pelotero de 23 temporadas en la LVBP y de dos campañas en las Mayores con Rockies de Colorado.
Jackson Melián, el mánager de Tiburones, estaba consciente de lo que hacía al recurrir a la sapiencia en esta pelota de René. Y no le quedó mal, pero que broma porque René no lo pensaba igual, aunque previamente el coach de banca Luis Oliveros lo llamó y le indicó que se preparaba porque iba a salir a batear, y él también puso sus condiciones: «Me traes con corredores en base, menos de dos outs y lanzando bien Belisario (Ronald) o Rodríguez (Henry Alberto)», le aclaró, especialmente porque esos lanzadores en ocasiones tiran una pelota para allá y otra por acá hasta enredarse. René bateó por el novato camarero Keyber Rodríguez. Menos mal que las cosas le salieron como el quería.
René creyó que su carrera había llegado a su fin, aun cuando su intención era arrancar con la 2021-2022, pero el celular jamás repicó y cuando lo hizo fue en el comienzo de la segunda mitad de esta temporada regular. Ahora está tranquilo porque La Guaira le dio la oportunidad. «Gracias a Dios me han dado un chance de volver al béisbol profesional, espero hacer un buen papel y poder retirarme por la puerta grande”, explicó emocionado como si había dado su primer hit en el béisbol rentado. Andrés, gracias por el cuentico que supiste sacarle un gran partido.
El lanzador guayanés de 30 años Robert Suárez, quien con el jardinero-primera base José Osuna se tituló en el béisbol japonés, acaba de lograr un convenio con Padres de San Diego, un acuerdo que le brinda la opción para la temporada 2023, sin olvidar que jamás ha tirado una pelota desde un montículo en el Big Show. Este año en el béisbol asiático tuvo 42 salvados y una efectividad de 1.16 en 62.1 innings. Por algo el elenco religioso ha decidido extenderle un contrato.
Foto: René Reyes como en sus buenos tiempos