Los estudios preclínicos de la oncovacuna que está siendo desarrollada por especialistas del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiologia Gamaleya, en Rusia, demuestran que tras el uso del fármaco el tumor se disuelve y desaparecen las metástasis, declaró a Sputnik el director del centro, Alexandr Gintsburg.
«En los ensayos preclínicos vemos que el tumor -el melanoma- simplemente se disuelve, desaparece, y no solo el tumor en sí, sino que incluso desaparecen las metástasis. No excluyo que también tengamos pacientes en la cuarta fase», manifestó Gintsburg.
En el futuro, los especialistas pretenden probar el efecto del fármaco en otros tipos de enfermedades oncológicas: cáncer de pulmón, de riñón y de páncreas. Para ello, está previsto contar con la participación de institutos oncológicos, explicó el especialista ruso en salud, quien dirige este proyecto.
En sus palabras, la vacuna contra el cáncer será personalizada, es decir, se fabricará para cada paciente individualmente. La inteligencia artificial ayudará en el desarrollo, analizando los parámetros del tumor y elaborando un «plano» del futuro fármaco, y basándose en él, los especialistas prepararán una vacuna en el plazo de una semana.
Para esta vacuna fue empleada la tecnología de ARN mensajero, que se utilizó para la fabricación de las vacunas contra la COVID-19.
Gintsburg aclaró en junio 2024 que esta vacuna no es de carácter preventivo, porque “las vacunas preventivas son necesarias para las personas sanas y, en este caso, las tecnologías de ARNm funcionan peor, ya que producen más efectos secundarios. Pero, si una persona «ya está enferma y lucha contra el cáncer, los beneficios de la tecnología de ARNm superan estos efectos secundarios».