El futbolista brasileño Neymar dejó su mansión en el litoral de Río de Janeiro y embarcó en su avión privado con destino a Francia para reincorporarse a las actividades del París Saint Germain después del receso por el Año Nuevo.
«Para alegría de unos y tristeza de otros. Volviendo para casa. FR (Francia)», publicó en tono irónico Neymar en una foto dentro del avión que lo trasladaba a la capital francesa y después de la polémica causada por la fiesta de nochevieja que organizó en su mansión.
La fiesta, que según la prensa se hizo para 500 invitados y con un costo de unos 800.000 dólares, fue para unas 150 personas, en su mayoría familiares y amigos cercanos del jugador y cumpliendo «todos los protocolos sanitarios», según la empresa organizadora del evento.
Julio Urdaneta con información de EFE
Foto: AP News