La esgrimista venezolana Alejandra Benítez, polémica por ser chavista, está en camino de sus quintos Juegos Olímpicos y desde el viernes interviene en la Copa del Mundo de Sable en pedanas de la ciudad de Atenas en Grecia.
El compromiso, individual y por equipo, es el penúltimo de la disciplina que otorga puntos al ranking olímpico a Tokio 2020.
La caraqueña de 39 años no pudo participar en el Grand Prix de Montreal en Canadá, porque las autoridades le negaron el visado y la selección nacional de sable femenino quedó fuera del evento.
Benítez por eso está algo comprometida para alcanzar su cupo a la cita de Tokio, por lo que se ve obligada a triunfar y sumar puntos.
También debo hacerlo en el próximo certamen que se realiza en espacio de Sint Niklass o San Nicolás de Flandes en Bélgica, previo al cierre de la tabulación olímpica el 4 de abril y antesala del Preolímpico de Panamá el 14 del mismo mes.
La acompañan, en el propósito, Luismar Banezca, Patricia Contreras, Milagros Pastrán, Shia Rodríguez y Jhornelys Velásquez, quienes en un universo de 200 competidoras entre 42 países defienden los colores de Venezuela.
Benítez está en el puesto 45 del ranking, por debajo de la argentina María Belén Pérez, que ocupa el 35 o diez lugres por arriba de la criolla.
El equipo de sable femenino de Estados Unidos y la canadiense Gabriela Paige se hallan en zona de clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, según ranking de la FIE o la Federación Internacional de Esgrima.
Recopilacón: Antonio José Seijas
Foto: Alejandra Benítez obligada a triunfar para sumar puntos al ranking olímpico