Darío Rivero padre, considerado uno de los grandes patrimonios históricos del arbitraje venezolano, falleció este lunes 1 de mayo en su querida Barquisimeto, a los 75 años de edad.
Rivero, nacido el 2 de octubre de 1947 en Coro, desarrolló una carrera de 20 temporadas en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con cinco participaciones en Serie del Caribe, además de una campaña en la Liga Profesional de Beisbol de Panamá y otra en la Liga Profesional de Beisbol Colombiano, donde dejó su aprobación por el nivel de sus conocimientos a la hora de impartir la ley en el diamante.
“Darío Rivero representó a una generación de árbitros criollos que pudo hacer el trabajo desde la década de los 80 y se convirtió en referencia”, dijo Amador Montes, gerente general de la LVBP. “Para la liga tener un árbitro como él le dio un nivel importante al espectáculo. Fue muy positivo el trabajo que realizó, porque los que le siguieron aprendieron de él”.
En la extensa lista de aprendices de Rivero, que incluye umpires activos de Grandes Ligas y la pelota rentada local, se encuentra Miguel Hernández, coordinador de umpires de la LVBP.
“Darío fue pieza clave en el desarrollo de muchos árbitros; nunca faltaba un consejo, un regaño, una forma ruda, pero efectiva al expresarse, porque quien lo entendía sabía que era para su bienestar. Fue parte de esa transición cuando llegó Jairo Martínez y Manuel González (primer umpire venezolano en la Gran Carpa) a la LVBP, además de su hijo, Darío Rivero Jr. quien ya tenía algo de experiencia”, expresó Hernández.
“Él, Francisco Ramírez y Henry León nos empujaban a quienes estábamos en desarrollo en la extinta Venezuelan Summer League y la Liga Paralela, además de todo lo que hizo en el beisbol federado junto con Jorge Díaz. Definitivamente deja una huella imborrable en muchos de nosotros. Elevo mi oración para el descanso eterno de su alma y mis palabras de condolencias a sus familiares”.
Con información y Foto de LVBP