Aura Rosa Castillo.- “Cada vez es peor la situación en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) de Barquisimeto”. La deficiencia de insumos y medicamentos no es nuevo, pero la situación se agravó, denuncian los familiares de los pacientes, quienes compran hasta el algodón.
Carmen Montero y su sobrino, provenientes de Carora, municipio Torres, no pudieron contener el llanto al relatar sus vivencias en 22 días que tuvo su familiar, de 28 años, hospitalizado por causa de apendicitis que se complicó. “Hicimos todo lo que pudimos, pero sé que se murió por falta de antibióticos, no teníamos dinero para comprar medicamentos todos los días. Pedían demasiado de todo. Además, necesitaba pañales”.
Dijeron que gastaron cerca de dos millones de bolívares en medicamentos y exámenes de laboratorio.. . Estuvo en la UCI durante 10 días con un tromboembolismo pulmonar, dijo el joven, mientras ojeaba el cuaderno en el cual anotaba todos los medicamentos insumos y exámenes que les solicitaban.
Muchos de los usuarios recordaron aquel 17 de marzo, incluso días previos, cuando los pacientes eran atendidos sin requerirle nada. Ese día se esperaba la presencia de los representantes de la ONU. El mismo día que visitaron la comunidad Alí Primera, urbanismo bandera del chavismo en Lara, en donde también maquillaron fachadas, cuando la realidad es que las familias no cuentan con servicio de agua por tuberías y tampoco alumbrado en sus calles.
“De ese montaje” al día de hoy, la crisis se agudiza y cobra vidas en el hospital central”.
María González, esperaba frente al servicio de emergencia, y al igual que Carmen Montero, enfatizó que deben comprar todo para que su papá sea atendido. “Nos piden tres frascos de solución diariamente y cada una cuesta Bs. 16.000, Meropenen que vale Bs. 89.000, Omeprazon en ampolla, Ketaprofeno, Ciclokapron”. Aunque no les dan un récipe sino que la enfermera lo anota en un papelito, acota.
Entre lágrimas, con dolor a flor de piel confiesa: “es tremendo, yo se lo entrego a Dios, que se haga su voluntad. No tenemos más dinero”.
Otra señora, quien pidió resguardo de identidad dijo que aguardaban por la operación de cerebro que le harían a su papá. Tenías dos días hospitalizado y le pidieron tres soluciones 0.9. Además debía comprar para la intervención quirúrgica, sutura de cera de huesos, sonda nasogástrica, alcohol, agua oxigenada, betadine, yelco y guantes.
Falta de personal
Los familiares, manifestaron que hoy día es más evidente la falta de personal médico y de enfermería. En Emergencia hay demasiados pacientes y sólo se cuenta con dos enfermeras, que se la “pasan estresadas” porque es demasiado trabajo. Igualmente, el servicio está prácticamente en manos de los Médicos Integrales Comunitarios (MIC), que ayudan en la medida de sus conocimientos, “en ocasiones supervisados por médicos egresados de la universidad (UCLA).