Tomar cada mañana un vaso de agua tibia con miel es uno de esos remedios naturales que podemos aprovechar a la hora de llevar un estilo de vida más saludable y, sobre todo, activo.
Cuando nos levantamos apenas tenemos tiempo para nada y todo lo hacemos con prisas. Nos tomamos cualquier cosa con nuestra taza de café y salimos de casa sin haber preparado nuestro organismo para las exigencias de la jornada.
Empezar el día con un vaso de agua tibia con miel nos va a ayudar a obtener la energía necesaria para comenzar la jornada con buen pie y sobre todo, poder ir a hacer ejercicios con entusiasmo. Esto es lo que, en cierta forma, nos ayudará a perder peso.
Si al sentirnos más enérgicos nos motivamos a hacer ejercicio a diario, entonces iremos por buen camino. Ahora bien, es importante tener en cuenta que, además de beber esta bebida, debemos mantener buenos hábitos de vida para poder gozar de salud y bienestar, además de mantener un peso adecuado a nuestro índice de masa corporal.
Según creencias populares, beber agua tibia con miel puede aportarnos otros beneficios. Veámoslos a continuación.
1. Agua tibia con miel: nos puede ayudar a bajar de peso
Según los expertos de la Fundación Española de la Nutrición, la miel contiene elementos como: azúcares, aminoácidos, los taninos, la glucosa y los alcaloides.
Por su parte, los expertos de la Fundación Española del Corazón indican que, en efecto, es un alimento natural muy nutritivo y que ofrece grandes posibilidades terapeúticas.
Como ya mencionamos antes, si bebemos un vaso de agua tibia con miel, dentro de un estilo de vida saludable, podremos bajar de peso, progresivamente.
Hay quienes sustituyen el azúcar por la miel, no obstante, hay que tener en cuenta que cualquier exceso será perjudicial. Aún cuando se trate de un alimento tan natural como la miel.
2. Mejores digestiones
Se cree que lo más recomendable sería tomar este vaso de agua tibia con miel nada más levantarnos –cuando aún tenemos el estómago vacío– porque es entonces cuando tanto la mucosa estomacal como la intestinal están más receptivas a los aportes de la miel. En especial, sus enzimas y bioelementos.
Mientras que la miel hace su aporte, el agua caliente ayuda a reblandecer los desechos adheridos a los intestinos, lo que ayudará a facilitar su expulsión del organismo y con ello, conseguir su depuración de todo aquello que no necesita. Esto permitiría mejorar luego el proceso de digestión de los alimentos y, sobre todo, la absorción de los nutrientes será óptima.
No podemos olvidar tampoco que la miel es un antibiótico natural. Ello nos va a permitir luchar contra esas bacterias que pueden cursar con infecciones estomacales.
3. Estimula el sistema inmunitario
Por otra parte, también se dice que un vaso de agua tibia con miel puede ayudarnos a estimular el sistema inmunitario y a mantener a raya las gripes e infecciones. Esto es principalmente porque se le atribuye a la miel una potente propiedad antimicrobiana.
Resulta interesante saber que en un estudio publicado en el año 2011 se confirmó que la mayoría de los tipos de miel tiene actividad antimicrobiana por la producción enzimática de peróxido de hidrógeno. Sin embargo, hay que destacar que el alcance de dicha actividad antimicrobiana varía según el tipo de miel.
4. Reduce algunas molestias
La miel no va a hacer que desaparezcan las alergias como tal. Sin embargo, sí puede ayudar a aliviar algunos de sus síntomas, como la irritación de garganta y la tos seca porque ayuda a hidratar la zona. Por ello, los remedios con miel para la garganta son muy recomendados por las abuelas desde hace cientos de años.
5. Desintoxica el organismo
Se cree que se puede desintoxicar el cuerpo bebiendo un vaso de agua tibia con un toque de miel y limón. Esto es porque se considera que los antioxidantes de ambos alimentos ayudan a atacar las toxinas acumuladas y facilitar su posterior expulsión.
El limón y la miel, combinados con el agua caliente, favorecen la hidratación y la micción y además nos permiten disfrutar de una bebida natural con un gusto agradable.
Aspectos que tener en cuenta sobre el agua tibia con miel
Como puedes ver, existen varias razones para tomarse un vaso de agua con miel, dentro de un estilo de vida saludable. Lo importante es tener en cuenta que jamás debe sustituir una comida principal. En todo caso, puede complementarlo.
A la hora de preparar la bebida, nunca añadas la miel al agua cuando esta esté hirviendo, puesto que podemos cambiar la composición molecular de la miel. El agua debe estar tibia, nunca hirviendo.
Según creencias, la mejor manera de aprovechar sus beneficios es bebiendo un vaso veinte minutos antes de desayunar. No es necesario añadirle zumo de limón, pero si lo deseas, puedes añadirle un toque para que no quede tan empalagosa la mezcla.
Por último, recuerda que no es recomendable que los bebés y los menores de 3 años de edad consuman miel, así que evita darles esta bebida a los más pequeños de la casa.
Fuente: MejorConSalud