El Zoológico de Hangzhou, capital de la provincia china de Zhejiang, tuvo que desmentir insinuaciones de usuarios, quienes afirmaban que lo osos eran hombres disfrazados y la anécdota sirvió para que se hiciera famosa la osa malaya (solar y negra) Ángela.
Para explicar el malentendido simularon una carta escrita por la misma osa en donde comienza diciendo “Mi nombre es Angela. Ayer, después de salir del trabajo, recibí una llamada del director, preguntándome si era floja y no fui a trabajar, por lo que contraté a Dospiernas para reemplazarme”.
La carta continúa diciendo “inesperadamente, estaba sentada en las montañas, los rayos calientes cayeron del cielo y me puse de pie. Algunas personas piensan que soy popular cuando me pongo de pie, parece que no me conocen muy bien. ¡Hubo turistas que pensaron que era persona y no un oso! Permítanme enfatizar nuevamente: ¡soy una osa malaya! ¡No un oso negro! ¡No un perro! ¡Soy una osa solar!”
La osa (el zoológico) aprovecha la ocasión para explicar más acerca de su raza y especie “cuando se trata de osos, lo primero que viene a la mente debe ser una figura enorme y una fuerza asombrosa. Nosotros somos los más pequeños del mundo. Nuestra estructura permite que podamos pararnos sobre nuestras patas traseras, al igual que los humanos”.
Se trata de osos de cabello corto, negro azabache, muy brillante, ojos, orejas y cola pequeños. Se diferencian del oso negro ya que éstos presentan una medialuna en «V» blanca en el pecho, mientras que el oso malayo tiene una llamativa franja en forma de «U». Las rayas de dicha franja son, en su mayoría, de color marrón claro y amarillo-blanco, lo que hace que luzca como un pequeño sol desde la distancia, de allí que los llamen «solares».
“Además de poder estar de pie, tengo un montón de pequeños secretos que contarte, nuestra lengua es una de las más largas de la familia de los osos, hasta 30 cm de largo. Para comer miel dulce, hemos desarrollado una lengua larga e indestructible cubierta de ásperas púas. Con un ligero estiramiento, las termitas en el agujero se pueden barrer sin problemas” agregaron en la carta.
“Mi amor de la infancia, Dalu, y yo vivimos juntos en el zoológico de Hangzhou a partir de 2020” dice la comunicación.
Finaliza haciendo una reflexión acerca de la conservación de la especie “Aunque esta vez me volví popular en Internet, espero que todos presten más atención a nuestra familia. Nuestra ciudad natal se encuentra en el sudeste asiático y el sur de Asia, en lugares como Malasia, Vietnam y Tailandia; y también tenemos huellas en Yunnan y el Tíbet. Ahora estamos al borde de la extinción. Muchos de nuestra familia de osos malayos también viven en zoológicos de todo el país. Espero que todos puedan realmente entendernos y amarnos”.
Fuente: Zoológico de Hangzhou
