El papa Francisco designó el jueves a un destacado fiscal antimafia italiano para presidir el tribunal criminal de la Santa Sede, cuando acaba de estallar un nuevo escándalo sobre presunta malversación en el corazón del estado pontificio.
El nombramiento de Giuseppe Pignatone se produjo días después de que la policía vaticana allanara el Palacio Apostólico para incautar documentos y computadoras de la secretaría de Estado. También allanó las oficinas de la agencia de supervisión financiera encargada de descubrir casos de lavado de dinero y transacciones sospechosas.
La oficina de prensa se limitó a decir que los allanamientos siguieron a un informe del banco del Vaticano y la auditoría general sobre operaciones financieras pasadas.
La revista L’Espresso dijo que las transacciones estaban relacionadas con propiedades inmobiliarias del Vaticano en Londres. Reprodujo lo que dijo era una directiva policial sobre la suspensión preventiva de cinco empleados.
Pignatone se retiró en mayo como jefe de la fiscalía de Roma, donde encabezó investigaciones de corrupción política y crimen organizado, así como de la muerte sospechosa de un estudiante italiano en Egipto. Anteriormente dirigió investigaciones antimafia de la Cosa Nostra y la ’ndrangheta en Palermo y Reggio Calabria.
Agencias AP