El estadounidense Dusty Baker, de 72 años, hace 19 años como mánager estuvo a punto de ganar la Serie Mundial con los Gigantes de San Francisco, pero cedió ante los Angelinos de Anaheim en 2002, como acaba de ocurrir a través de los Astros de Houston contra los Bravos de Atlanta el martes 2 de noviembre de locales en el Minute Maid Park de Texas. Todavía sigue sin ganar un título en el Clásico de Otoño.
Pero es el único mánager con 5 títulos divisionales, luego de dirigir también a los Cachorros de Chicago, Rojos de Cincinnati, Nacionales de Washington, aunque su ilusión de conseguir una Serie Mundial en 2021 se esfumó al perder contra los Bravos.
Tras mordisquear miles de palillos de dientes, Dusty necesitará más para calmar su ansiedad, y para seguir buscando un título. El tiempo apremia para uno de los manager más queridos, el máximo ganador de juegos sin un campeonato de Serie Mundial. Diecinueve años después de quedarse a una victoria con San Francisco, se ubicó esta vez más lejos, a dos triunfos con Houston. Los Astros fueron blanqueados 7-0 el martes 2 de noviembre por la noche ante los Bravos, el equipo con el que debutó como jugador en 1968.
“Honestamente esta (derrota) no duele de la misma manera que la primera porque yo creía que esa primera la teníamos en el bolsillo», aclaró triste. Ahora al final de su 24ta temporada como mánager de las Grandes Ligas, después de 19 como jardinero y 4 como coach, ha participado en cerca de 6.550 juegos de las Mayores. Pasó gran parte del encuentro del martes 2 de noviembre yendo de un lado a otro desde el dugout al montículo, con los hombros ligeramente encorvados.
TIO, PADRE, ABUELO
“La primera vez que llegué, era más como un tío y después me convertí más en un padre», indicó. “Así que estoy entre un padre, o tal vez un abuelo. Probablemente sea más genial para ser un abuelo en este momento”. Era un abuelo decepcionado.
Meneó la cabeza, cerro el puño y murmuró algo después que el cubano Jorge Soler conectó una recta cortada del venezolano Luis García por todo el jardín izquierdo y por encima de las vías del tren, en un jonrón de tres carreras, para que los Bravos tomaran ventaja de 3-0 en el tercer inning
“Me siento mal porque no tengo ganas de irme a casa», explicó Baker después. “No he estado en mi casa desde febrero. Soy alguien que quiere a estos jugadores y me gusta lo que hago”. Pertenece a la vieja guardia, antes de los bateadores designados, los esteroides, los desplazamientos controlados por computadora y los cambios perpetuos de lanzadores.
REY DEL DUGOUT
Es el rey del dugout y probablemente el único mÁnager de las Grandes Ligas que compartió un porro con Jimi Hendrix en 1968. Dusty se hizo cargo de los Astros en enero de 2020, después de su paso como mánager de San Francisco, los Cachorros, los Rojos y los Nacionales. Su primera misión con Houston fue guiar y proteger a los peloteros después del escándalo del robo de señas.
FUTURO INCIERTO
Su contrato terminó y su futuro es incierto, casi como el del campocorto puertorriqueño Carlos Correa, quien será agente libre, durante una temporada amenazada por un posible paro laboral. “Aún tengo tareas pendientes», informó el abuelo Dusty.
Vía AP
Foto: Dusty Baker triste por el desenlace