La Policía del estado Apure capturó este martes en el sector Caño Las Monas, Parroquia Urdaneta del municipio Páez, a una adolescente de 16 años identificada como Paola Cano, que tenía en su poder a un bebé que había sido reportado como raptado días antes en Colombia, reseñaron medios locales.
El bebé de un mes de nacido, había sido raptado en la comunidad de La Bendición en Yopal, departamento de Casanare y las autoridades de Colombia habían ofrecido 20 millones de pesos por información de su paradero.
Tanto el niño como la presunta secuestradora fueron trasladados a una estación de policía, junto a representantes de la Defensoría del Niño y Adolescentes, reseñó el portal de Prensa Libre Casanare.
Al bebé le practicaron chequeos médicos en el centro asistencial ambulatorio Rural Tipo ll El Nula e informaron que está en buenas condiciones.
El Ministerio Público de la entidad tomó el caso para garantizar la investigación y un posible regreso del recién nacido con su madre.
La adolescente había pasado a territorio venezolano el domingo desde Saravena, a través de Puerto Contreras, según ciudadanos locales que entregaron valiosa información a las autoridades venezolanas.
El rapto
Según Prensa Libre, el pequeño es hijo de padre colombiano y mamá venezolana, quienes actualmente están separados.
“El día del secuestro estaba en la casa de la abuela paterna, la señora María del Carmen Rueda Martínez, ubicada en la ciudadela La Bendición, manzana 16, casa 6, hasta donde días atrás, la madre del menor había llevado a Paola, quien se ganó la confianza del hogar, colaborando en las tareas de crianza del menor”, agregaron.
El 28 de noviembre el niño se quedó dormido y la abuela aprovechó para descansar, pero cuando despertó, Paola le informó que habían ingresado supuestos funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a la fuerza y que se habían llevado el bebé, el cual debían reclamar en las instalaciones del Instituto.
Al acercarse al instituto, les indicaron que no habían realizado ningún procedimiento y que era mentira que el bebé estuviera en poder ellos. La familia emprendió la búsqueda y cuando fueron a buscar a Paola para confrontarla, ya no estaba en el lugar donde residía y se había llevado todas sus pertenencias.
El infante aparentemente se quedaba en la casa de la abuela paterna porque la madre tiene una pareja que es consumidor de estupefacientes, y tenían al bebé en precarias condiciones, picado por zancudos y en estado de desnutrición, indicó el diario local.
La familia había acordado que el niño iba a permanecer en la vivienda de la abuelita y la mamá lo asistiría todos los días en la lactancia, dos veces al día.
E. De Sousa
Con información de Prensa Libre Casanare