“A lo único que Luis Jonás Reyes ha pulverizado, o vuelto polvo cósmico, es a Barquisimeto todo: A sus calles, a sus avenidas, a sus aceras, a los cementerios municipales, al Mercado Mayorista, a las zonas industriales, al empleo, a los bomberos municipales, que ahora tienen que transportar en parihuelas, o en camillas de cartón, a los heridos o enfermos, y a los diferentes servicios públicos que dependen de la Alcaldía de Iribarren”.
La anterior manifestación provino del abogado Roberto Sánchez, ex candidato a la alcaldía del Municipio Iribarren, postulado por la Alianza Democrática, quien respondió de esa forma a lo aseverado por el actual burgomaestre barquisimetano en una rueda de prensa ofrecida recientemente, en la cual afirmó que “hemos vuelto polvo cósmico a Henri Falcón”.
Tal manifestación la dejó ver Reyes Flores a propósito de los resultados de la reciente elección nacional, tanto para gobernadores, como para alcaldes, diputados regionales y concejales.
Estadísticas
-Entiendo –recalcó Sánchez—que él, Reyes Flores, mostró un cuadro estadístico para reforzar sus argumentos, pero resulta que mostró fueron las estadísticas que a él le convenían mostrar, y lo que no mostró fueron las otras estadísticas, las que yo sí voy a mostrar, y exclusivamente las que se refieren a él, ya que habla con ganta petulancia.
En efecto, diciendo y haciendo, el ex candidato mostró los números tanto de procesos electorales anteriores como del actual –o último- proceso electoral, precisamente el del pasado 21 de noviembre.
En tales cifras, provenientes directamente de la página del propio Consejo Nacional Electoral (CNE), Sánchez explicó: En las elecciones del año 2.017, Reyes Flores obtuvo 211.865 votos, para un total el 72 por ciento de los votos válidos emitidos, contra 51.252 de su más cercano contrincante, que fue Macario González.
–Pero resulta que, en estas últimas elecciones, Reyes Flores bajó sus números enormemente –que es lo que él no dice—a 144.710 votos, un 49 por ciento de los sufragios emitidos, mientras que nuestra opción, la de este humilde servidor, en una campaña de apenas 20 días, logramos sumar 122.690 votos, un 42 por ciento de la votación, cuando, hace cuatro años, el que llegó de segundo, Macario González, había logrado solamente un 17.47 por ciento.
Un “bajón” de 70.000 votos
–Y eso es lo que tampoco dice Reyes Flores, y menos todavía el hecho de que sufrió “un bajón” espectacular de 70.000 votos.
–Y menos todavía dice que, si sumamos los votos nuestros en Iribarren con los votos logrados por otras opciones opositoras, se supera con creces, y por mucho, el total de votos obtenidos por él.
–Entonces –prosiguió–, es cuestión del cristal con que se miren estos últimos resultados electorales, pero la pregunta es, obviamente: ¿De cuál polvo cósmico habla este señor?
–Porque, al paso que ellos van como gobierno, lo que se ha demostrado en cada proceso electoral es que no solamente el votante iribarrense, sino todo el pueblo venezolano, repudia cada vez más a este régimen, que lo ha llenado de hambre, de miseria, de desempleo y de todo tipo de calamidades.
¿Cuál polvo cósmico?
Entonces, otra pregunta es: ¿De cuál polvo cósmico, o de cuál pulverización. habla Reyes Flores?, a no ser que se refiera a la pulverización de las calles y avenidas de Barquisimeto, de sus zonas industriales, de Mercabar, de los servicios públicos municipales; de la falta de agua y de gas; de los bomberos municipales, que ahora tienen que cargar a los heridos o enfermos en camillas de cartón.
–Y lo más importante es que nosotros no hablamos de pulverizar a nadie, sino de reconstruir lo que Reyes Flores y su combo han destruido, y eso seguro que lo vamos a hacer, porque, mientras ellos bajan como la espuma, nosotros vamos subiendo cada vez más.
Henri es el que debe contestar
Pero –le señalamos al ex candidato–, Reyes Flores a quien se refirió expresamente fue a Henri Falcón…
–Sí, es cierto, pero yo me he limitado simplemente a desmentirlo a él en su propia cara, a desenmascararlo, con los propios números del CNE, para mostrar la otra cara de la moneda, que él no quiso mostrar, porque simplemente iba a quedar al descubierto.
–Ahora, yo no puedo cometer el abuso de contestar por el propio Henri Falcón, y, en todo caso, creo que debe ser él mismo quien dé respuesta a ese señalamiento.
Reinaldo Gómez