Cuando se trata de atenuar una señal indeleble o cualquier otro detalle de la piel, el maquillaje cuenta con la última palabra. La razón es que al aplicar las teorías del color, elegir las bases, correctores con la textura y el poder cubritivo justos, es posible alcanzar efectos sorprendentes, que cambien la apariencia de la cara o de una determinada zona del cuerpo.
Manchas en el embarazo
Las reacciones más notorias de la piel se pueden tapar con un corrector de un tono más oscuro que la superficie a cubrir, emparejando el color.
La textura cremosa en los correctores potencia su poder cubritivo, convirtiéndolos en aliados a la hora de disimular imperfecciones.
Grano
Un grano no tiene por qué arruinar un look híper producido. Entonces, ¿qué técnica seguir?
Si la pústula presenta un tono rojizo, lo mejor será neutralizarlo con un corrector verde y luego, seguir estos pasos: usar la base de maquillaje habitual, un corrector del tono más parecido posible a la piel y un polvo compacto, que actúe como fijador.
El efecto óptico será favorecedor y hará que el relieve en el rostro quede en segundo plano.
Tatuajes
Ante una fiesta muy formal o una reunión importante de trabajo, puede ser casi una necesidad que estos pasen inadvertidos.
Para ello, la sugerencia es colocar un corrector cremoso del tono de la piel sobre el dibujo de tinta y luego, una base con una textura espesa y que tenga un alto poder corrector. El secreto para una buena terminación: difuminar los bordes de la superficie cubierta con una esponja de maquillaje apenas humedecida.
Varices
La estrategia recomendada en estos casos es seleccionar un corrector amarillo, cuando las venas tiendan al violeta; o verde, en el caso de las arañitas en la gama del rojo.
Después un producto tonalizador específico para piernas funciona, aunque el uso de autobronceantes también puede dar buenos resultados. S