Durante el mensaje anual a la nación, el primer mandatario Nicolás Maduro anunció un ajuste en el “ingreso mínimo integral indexado” (IMII), pero no hubo aumento del salario mínimo. Maduro indicó que el llamado “bono de guerra” que reciben los trabajadores públicos pasaría, como en efecto ocurrió, a 60 dólares.
No obstante, dicha bonificación no genera pasivos laborales.
Por otra parte, la vicepresidenta Delcy Rodríguez informó que los pensionados recibirán un bono de guerra económica de 25 dólares, un aumento de tan solo cinco dólares, desde los 20 que cobraban antes del ajuste.
“Los pensionados van a llegar al equivalente a 25 dólares, y se les acompañará con políticas de protección social a través del Sistema Patria, con lo que superarán los 30 dólares”, dijo Rodríguez en una entrevista para Telesur.
Asimismo, refirió que el Bono de Guerra Económica que perciben los jubilados pasó de 49 a 70 dólares, como también ocurrió.
¿Freno a la inflación…?
Para el analista e instructor en finanzas Henkel García, al no aumentar el salario, el gobierno venezolano trata de ponerle freno a la inflación.
“Lo que vemos ahora es una decisión muy parecida a la que vimos en 2023, y está alineado con el hecho de que el gobierno tiene un claro objetivo de dominar la inflación y contener el tipo de cambio a un costo alto, obviamente, porque resulta que, al final, los sacrificados son los trabajadores de la administración pública y los pensionados”, aseguró.
En ese sentido, sostuvo que la estrategia pareciera estar dando resultado.
“En cierta medida, le está dando resultados. Imaginen que la inflación llega a ser 5% en enero y febrero. En ese escenario, Venezuela terminaría febrero con una inflación de dos dígitos. No me cabe la menor duda que van a utilizar esos resultados para promocionarlos como una gran hazaña, como que el gobierno está venciendo la guerra económica, que ha podido con todo el sistema de sanciones, y que, a pesar de todo eso, han logrado tener una inflación relativamente dominada. (…) Pero importa mucho más lo que está pasando con la economía real”, enfatizó García.
Entretanto, una familia venezolana de cinco personas necesita 155,5 salarios mínimos para acceder a la Canasta Alimentaria Familiar, cuyo valor en diciembre fue de 531,95 dólares, según estimaciones del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
El ente independiente refirió que, mientras el salario mínimo está establecido en 130 bolívares mensuales, lo que representa apenas poco más de tres dólares, una familia necesita de 17,73 dólares diarios para cubrir la Canasta Alimentaria.
¿Crecimiento económico…?
En su alocución ante la Asamblea Nacional, Maduro también ofreció cifras sobre el comportamiento de la economía en 2023, y aseguró que Venezuela registró un crecimiento que “superó” el 5%, y que, para 2024, se proyecta un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 8%.
A juicio de García, quien también es director de la firma consultora Albus Data, tomando en cuenta la contracción económica que ha sufrido Venezuela en los últimos 20 años, un crecimiento de 5% u 8%, no es significativo.
“Que crezcas un 2% o un 5% es totalmente irrelevante (…) Haciendo los cálculos, terminaríamos 2024 todavía por debajo de los niveles de 2019. Estas tasas son muy bajas para la caída que tuvo Venezuela. Lo que sí realmente pudiese representar cambios importantes es que Venezuela crezca más de 10–15 % durante tres o cuatro años seguidos”, remarcó.
Fuente: El Pitazo