Ante la falta de servicios públicos, muchos venezolanos han tenido que buscar alternativas para cubrir sus necesidades básicas y para los larenses, las cocinas eléctricas son el último recurso para poder comer ante la ausencia de gas doméstico.
La venta de cocinas y hornillas eléctricas se ha incrementado en los últimos años debido a esta situación.
«Las hornillas eléctricas son muy buscadas. Muchos no pueden costear el precio pero otros admiten que es la única solución y prefieren hacer ese gasto», dijo Eduardo Escalona, vendedor ambulante.
El precio varía desde ocho a diez dólares una hornilla y una cocina eléctrica puede costar entre 20 y 40 dólares.
Cortes de luz
Sin embargo, los larenses también se enfrentan a los diversos cortes de luz y cuando esto ocurre, no les queda ninguna opción para cocinar. Algunos usan leña pese a los efectos perjudiciales que la exposición al humo acarrea para la salud.
Eliagnis Mora
Fotos: Ángel Zambrano