El timbal es uno de los instrumentos de percusión más importantes dentro de una orquesta sinfónica, agrupaciones de géneros latinos, bandas marciales o experimentales, que a lo largo de la historia buscan sonidos más frescos, divertidos y jacarandosos. Este instrumento es el que mayor atención ha recibido a lo largo de los años por su gran capacidad para impregnar de ritmo y de alegría a las diferentes composiciones musicales. Es por ello que se le considera la herramienta de percusión más vivaz, dinámica, explosiva y esencial dentro de cualquier orquesta, tanto latina como sinfónica. Son numerosos los grandes ejecutantes que han encontrado en el timbal un compañero para toda la vida, gracias a su capacidad sonora y terapéutica para alegrar a los bailadores y oídos exigentes.
Así, en el mundo de la salsa, numerosos han sido los timbaleros que han hecho historia por su versatilidad y destreza al frente de tal instrumento, tales como: Tito Puente, Manny Oquendo, Endel Dueño, Orestes Vilató, Nicky Marrero, Willie Rosario, Kako Bastar, Mike Collazo, Orlando Marín y Eguie Castillo, y por Venezuela, podemos mencionar a: Alfredo Padilla Alfredo Villamizar, Alberto Borregales, “El Pavo” Frank Hernández, Cheo Navarro, Luisito Quintero, Víctor Cardona y Juan Pablo Barrios, entre muchos otros más.
Pero, precisamente, hablando de buenos timbaleros venezolanos, hoy, en “Salsa Escrita”, tenemos a un invitado muy especial, como lo es Gabriel Isaac Pérez Toro, nacido en Caracas el 11 de marzo de 1979, de quien sus raíces musicales surgen en la Parroquias 23 de Enero, de Caracas, en un ambiente netamente salsero.
Tras haberle dado la bienvenida a esta columna y a EL INFORMADOR VENEZUELA, le preguntamos a qué edad se inició en el mundo musical.
–Gracias, profesor Colmenárez, por brindarme la oportunidad de estar en esa prestigiosa columna salsera. Pues déjeme decirle que yo crecí escuchando el sonido de las tumbadoras y de los timbales. Y yo diría que, a las 15 años de edad, me inicié en el mundo de la música, pero con formación autodidacta, y, a los 18 años de edad, comencé a estudiar en el Conservatorio “Vicente Emilio Sojo”, de Barquisimeto, para aprender a leer música, y todo eso fue posible debido a que, desde los ocho años de edad, resido en Barquisimeto, y, paralelamente, desde muy joven, ya yo competía con los hermanos Méndez, muy populares en la capital larense y conocidos como “Los Chupa Chupa”, en las guatacas que se realizaban en el sector del barrio San Francisco, al oeste de Barquisimeto, en las que adquirí valiosos conocimientos que me impartieron Ramoncito y Yorman (“Caballo”) Méndez, y, desde entonces, me incliné más hacia la percusión, tocando las congas, el bongó y la batería, pero siempre me llamó la atención el sonido del timbal.
¿Cuáles fueron las primeras agrupaciones con las cuales trabajaste?
–Pues recuerdo que, a los 16 años de edad, estuve integrando bandas show de los liceos participantes de clubes musicales, y, un día, estando en una práctica de rigor, me observó el señor Edgar Cariel, quien, allí mismo, me contrató para su agrupación, “Kariel Band”, de aquí de Barquisimeto. Eso fue en el año 1996. En pocas semanas, me incorporé de lleno a la agrupación, obviamente tocando el timbal, pero ya de manera profesional. Luego, de repente, di un salto de género musical, y paso a formar parte de ”Venezuela en Gaitas”, también tocando el timbal. De allí, me incorporo a formar filas en la Orquesta “La Playa”, del maestro Eduardo Betancourt, y, más adelante, paso a formar parte de la orquesta “Sincopao”, pero, en esta oportunidad, tocando el bajo, instrumento al que ya había yo estudiado y había visto clases del mismo con el señor Aquiles Sánchez.
–No obstante, le ratifico que lo mío, en estos 30 años de trayectoria profesional, es la percusión.
¿Con qué figuras de renombre has compartido tarima?
–Claro que sí, profesor. Le puedo señalar que, en el Club Canario, de Barquisimeto, compartí tarima con Oscar de León, y por cierto, de esa ocasión, tengo una anécdota. Resulta que, en un momento dado de la velada, le pedí al ejecutante del timbal, que era nada menos que Omslig, el hijo de Oscar, que me diese una oportunidad para acompañarlos en algún tema, a lo que él accedió, y pude hacerlo, no con uno, sino con dos temas que vocalizó el propio “Sonero del Mundo”. También tuve la oportunidad de acompañar al venezolano Marcial Istúriz en Medellín, Colombia, en el año 2018, con la orquesta “Son de la Nubia”. Igualmente toqué con la banda del maestro Elio Pacheco, cuando éste estuvo de visita en Barquisimeto, con la Dimensión Latina, y en esa oportunidad nos acompañó con Pacheco Orquesta en el año 2020. Igualmente, he sido acompañante en las orquestas “Atokar” y “Play Music”.
¿Qué nos dices de producciones, o grabaciones?
–Le diré que he tenido la oportunidad de grabar dos temas inéditos con una agrupación caraqueña llamada “Saoco”, y pienso grabar próximamente con ”Pacheco Orquesta”.
Y ya que estamos hablando de “Pacheco Orquesta”, ¿Desde cuándo te hallas integrado a esa agrupación?
–Mire: Actualmente, me desempeño como su timbalero formal, y le puedo asegurar que la conexión con los demás integrantes de la banda es única, y su director y vocalista, José Pacheco –por cierto, hijo de Elio Paheco–, siempre nos asegura que todos somos una familia, cuestión que, por cierto, se puede apreciar en tarima, con una conexión que llega hasta el público que se encuentre presente al momento de alguna interpretación. Llevamos ya cuatro años de fundados como banda formal, y le puedo asegurar que nuestra agrupación está integrada tanto por músicos jóvenes como por músicos de experiencia, como lo son los experimentados Alfonso Ramírez en el piano, e Israel Serradas en el bajo, Asimismo, tenemos en proyecto grabar una producción musical, de la que, por cierto, ya está sonando el tema “Billete Mata galán”.
–Y aprovecho para informar que, para contrataciones con nuestra orquesta, los interesados pueden llamar al teléfono (0424) 5594500, y nos pueden seguir a través del instagram @ pacheco orquesta,
Ya para finalizar, ¿Qué mensajes puedes enviar a las nuevas generaciones de músicos?
–A los muchachos que se están iniciando en la música afrocaribeña, les recomiendo estudiar mucha teoría, porque es bonito profundizar en lo que se ha estado haciendo, pues es un género del que Dios nos dio la dicha de interpretarlo y de tenerlo como si fuera nuestro, por lo que les sugiero estudio, mucho estudio, y también mucha práctica.
–Por lo demás, aprovecho, profesor y amigo Carlos Colmenárez, para agradecerle esta magnífica entrevista, en primer lugar, y, luego, desear que continúe usted apoyando a los músicos y cantantes de toda Venezuela, pero muy especialmente de Barquisimeto. Personas como usted son las que nos dan a conocer, y, asimismo, proyectan enormemente este maravilloso género musical, como lo es la cadenciosa y rítmica salsa. Bendiciones para usted… ¡Y que sigan los éxitos!
