Como una manera de reducir los gastos de la corona británica, muchos de los cuales se derivan de los costos de mantenimiento de las numerosas residencias reales, el rey Carlos Tercero renunció a una propiedad en Gales.
Ello, de acuerdo con una información publicada este domingo por el diario londinense The Telegraph.
Se trata de una finca que el propio Carlos adquirió en el año 2007, en la localidad de Llwynywermod, en el suroeste de Gales, cuando todavía faltaban algunos años para su acceso al trono.
Carlos utilizó con alguna frecuencia dicha propiedad campestre, como parte de sus visitas a Gales, pero, ahora, tras haberse convertido en rey, aparentemente considera que ya no serán muchas sus visitas a dicha finca.
Luego de la ceremonia de coronación de Carlos Tercero, hace casi un mes, entre los asesores del huevo monarca británico se ha abierto una especie de análisis acerca de qué hacer con la multitud de propiedades del soberano.
Entre tales propiedades, se pueden mencionar las de Highgrove, Birkhall, Clarence House, Sandringham y Balmoral, así como también las mismas residencias oficiales del Palacio de Buckingham y del castillo de Windsor.
Una alternativa pudiera ser — trascendió— ampliar el acceso del público a algunas de tales instalaciones, como una forma de contribuir a los costos de mantenimiento.
Fuente: El Nacional