Aura Rosa Castillo.-
Previos acuerdo, este miércoles se le permitió el ingreso de funcionarios de la Cruz Roja venezolana a la comunidad penitenciaria Fénix de Barquisimeto, a donde llevaron dotación de alimentos y medicinas.
La iniciativa es “muy buena”, resaltan familiares de lo privado de libertad, quienes mantienen su identidad en reserva.
Asimismo, unas 500 personas a través del programa de Restablecimiento de contacto pudieron comunicarse con sus familiares. Muchos de ellos en otros estados del país, incluso en el exterior, dijo a portavoz de la información.
“Esperamos que continúen las evaluaciones y seguimiento, porque en Centro Penitenciario Máximo Viloria, conocido como Uribana, que será visitado la próxima semana la crisis es más aguda, relata la fuente.
“Allí hemos visto que llega comida, incluso carne. Sin embargo, a los muchachos sólo le dan suero con ahuyama todos los días”.
La insalubridad llega al tope de lo insoportable. En los baños de la visita no hay agua. Las pocetas están sucias y los usuarios no tienen de otra que orinar y defecar en el piso. Es horrible…
El lavado de manos, luego de la requisa es necesario y no hay agua, reitera la esposa de uno de los presos, quien dijo no tener palabras para describir el sufrimiento en dicha cárcel. Las condiciones en la cárcel son infrahumanas.
Además, los funcionarios de la Guardia Nacional humillan y maltratan verbalmente y de trato a los familiares. Pretende que callemos y que la verdad, los abusos no se ventilen los medios de comunicación.
Los presos son seres humanos que cometieron un error y están pagando por ello. No obstante, sus derechos son vulnerados, uno de ellos el de la alimentación. Lo que reciben de comida es repollo y zanahoria rallada y nada más, manifestó el grupo de afectados.