Este jueves la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana exhortó a la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos “a exigir al Estado venezolano el cese del patrón de violaciones a los derechos humanos en el país”.
A través de un comunicado, el Episcopado responsabilizó al Estado de la detención y posterior muerte del capitán de corbeta, Rafael Acosta Arévalo, y las agresiones al joven tachirense Rufo Chacón Parada, quien perdió la visión luego de recibir perdigones en el rostro.
Al respecto, la Comisión condenó “con indignación, el sometimiento, la vejación y el dolor causado a nuestros hermanos” y reiteró que no consentirán “la manipulación, el disimulo y la atenuación de estos graves hechos”, reseñó Unión Radio.
En el comunicado se resalta que aun cuando ya existen detenidos por estos casos, consideran que las investigaciones deben regirse de acuerdo a los estándares y protocolos internacionales relacionados con los casos de tortura y no como una simple investigación penal. “Eso incluye la realización de la autopsia de ley adecuada y con expertos independientes y a preservar de manera adecuada todo el acervo probatorio”.
Finalmente, solicitaron a todos los familiares y grupos de Derechos Humanos a no desfallecer en el instrumento de la denuncia cuando ocurran hechos similares.