El espinoso caso del secuestro y posterior asesinato del comerciante árabe Tamman Al Shaer, de 35 años de edad, hecho ocurrido el día 6 de enero pasado, se halla virtualmente esclarecido desde el punto de vista policial.
Todo ello producto de la detención de cuatro de los presuntos participantes y la identificación de la mayoría de los otros entre ocho y diez participantes, dos damas entre éstos.
A tal conclusión han llegado casi todos los medios de comunicación social de la localidad, tras y conocerse una buena cantidad de detalles producto de la investigación policial, que se halla bastante adelantada.
Tales investigaciones permiten, por ejemplo, señalar que, a la cabeza todo el entramado del secuestro y posterior asesinato, estaría un “pran” de la cárcel de Tocorón, en el Estado Aragua, de nombre Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “El Niño Guerrero”, de 35 años de edad.
Como segundo de a bordo, aparece Josué Ángel Peña, alias “Santanita” y “Tío Sam”, del que no se tienen más referencias personales, quien se encuentra prófugo y es buscado en toda la zona centroccidental del país.
El tercero en discordia sería Raúl Rafael Mota Villano, de 36 años de edad, que fue quien dio seguimiento y pudo memorizar todas las rutas del infortunado comerciante árabe, tanto de su casa a Barquisimeto, en donde tenía su establecimiento comercial, como a la inversa.
Y luego, también identificados, aparecen William Jesús Barrios Fréitez, padre de alias “Chuchú, recluso de Tocorón y aliado del “Niño Guerrero”; Antonio Francisco Yerison Olivo Mogollón; William José Barrios, de 52 años; Elmen David El Zaghir Gutiérrez, de 32 años, alias “El Chivo”, detenido; y Froilán Alejandro Luis Gil Hernández, de 26 años.
Asimismo, están William, “El Bachiller”; “El Jobito”, “El Viejo” y “Luigi”, de quienes no se tiene plena identificación.
Y también hay dos damas implicadas, a saber: Maybis del Carmen Rivas Pérez, alias “May”, detenida, y “Simoney”, de la que igualmente no hay mayores datos personales.
Lo que no está muy claro hasta ahora es, en primer lugar, por qué motivo los secuestradores decidieron asesinar a su indefensa víctima, y, en segundo lugar, cuál de los participantes fue el que le efectuó los dos disparos que le causaron la muerte.
El cadáver semidescompuesto de Al Shaer fue localizado por los lados de la autopista Circunvalación Norte, una semana después de haber sido secuestrado.
Pero otro detalle que ha trascendido del entorno investigativo es que, aparentemente, el secuestro estaba planificado para el día 31 de diciembre pasado, es decir, para la noche de año nuevo.
Sin embargo, el secuestro no se materializó debido a que, por alguna razón que se ignora, el comerciante cambió la ruta habitual de regreso a casa, en Cabudare.
Lo cierto es que, tras haber sido sometido en su propia camioneta, los plagiarios emprendieron la fuga llevándose a Al Shaer consigo en el propio vehículo del comerciante.
No obstante, la camioneta se apagó a los pocos kilómetros de haber emprendido la andadura, por lo cual los sujetos debieron hacer trasbordo a otro vehículo, y dejaron abandonado el automotor del secuestrado en el sitio en el que, al día siguiente, fue localizado.
Mientras, los secuestradores, con su víctima, se dirigieron hacia una granja propiedad de Gil Hernández, quien, de paso, se encargó de atenderlo y de curarlo de algunas heridas contusas que le habían infligido en el forcejeo ocurrido durante el secuestro.
Valga destacar que la “May” fue capturada por efectivos el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de esta ciudad, y Gil Hernández, El Zaghir Gutiérrez y Barrios fueron atrapados por funcionarios del Comando Nacional Antisecuestro, organismo éste que ha contribuido ampliamente al adelanto que, hasta ahora, ha tenido este hecho desde el punto de vista investigativo.
Los otros presuntos participantes, en tanto, son activamente buscados en los diferentes rincones del Estado Lara y de las entidades federales vecinas.