El coordinador de asuntos sindicales del Movimiento DECODE ,abogado Oswaldo José González, afirma que producto de la profunda crisis sistémica que se abate sobre Venezuela y en donde han desaparecido los viejos referentes que sustentaban las luchas de los trabajadores, actualmente sobre el escenario de conflictos para reclamar mejores salarios y el cumplimiento de justas reivindicaciones laborales, ha surgido un nuevo liderazgo, con nuevas ideas, con nuevos esquemas para encarar los retos y el mismo propósito de siempre, dignificar el estatus de los trabajadores, tanto de la administración pública como de la empresa privada.
En Venezuela, argumenta el abogado y dirigente sindical, se produjo un profundo deterioro estructural, las bases sobre las que se montaba la economía se fracturaron hasta ser absolutamente inservibles para sostener una producción estable que garantizara una remuneración de sueldos y salarios sustentable. Nosotros llegamos a tener una producción interna cercana a los quinientos mil millones de dólares al año, con esa cifra éramos la cuarta economía de América Latina después de Brasil, México y Argentina, actualmente nuestro producto interno bruto está por debajo de los cincuenta mil millones de dólares, es decir, de esa época hasta ahora nos hemos empequeñecido diez veces, eso es una barbaridad ,es un cambio cualitativo según la dialéctica hegeliana, quien decía que dependiendo del tamaña los cambios cuantitativos se convierten en cambios cualitativos, muy sencillo y para decirlo en palabras del fallecido y admirado por siempre Luis Herrera Campins, pasamos de ser un país que andaba en avioneta a un país que anda en burro, de andar con botas de cuero fino a caminar con alpargatas de capellán hecho de lona.
Esta quiebra económica del país que nos colocó en los sótanos de la pobreza planetaria dejo solamente con vida una riqueza, la del conocimiento que está en la cabeza de miles y miles de compatriotas que están fuera o dentro del país pero que aman a Venezuela, muchos de quienes conforman la diáspora trabajan en otros países en condición de esclavos porque no tienen papeles legales y sus empleadores abusan de su situación, otros simplemente porque deben sobrevivir y aceptan oficios que están por debajo de su preparación académica y de su nivel profesional. Quienes están dentro del país la única manera que tienen de subsistir es trabajando en la empresa privada, donde pagan sueldos y salarios que aun estando por debajo de los estándares internacionales, les permiten subsistir
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Que hacer frente a estos escenarios tan adversos, es la pregunta. Las respuestas las están dando varios dirigentes sindicales que armados de una consciencia realista sobre los actuales escenarios e invocando los principios inmanentes de la clase trabajadora, están procediendo a la aplicación de criterios que contienen al mismo tiempo una alta inspiración ética junto a una racionalidad blindada de verdades. Ya el país petrolero que financiaba a la sociedad en su conjunto se acabó, fue destrozado por un proceso que al acabar con las libertades económicas estrangulo al aparato productivo y con ello se produjo una debacle empresarial que aguas abajo trajo un gran desempleo. Toca ahora hacer nuevas alianzas y paradójicamente el sector que antes enfrentaba en toda mesa de negociación el sindicalismo, el empresariado agrupado en Fedecámaras, es ahora un aliado esencial, ya que al buscar salvarse ello en ese mismo barco de salvamento tienen que incluir al sector laboral. Por ello vino en el año 2019 la Comisión de Encuesta, invitada por Fedecámaras y recibida en ese momento por Ricardo Cusano como cabeza de los empresarios y ahora la reunión tripartita entre gobierno, sindicatos y empresarios fue promovida con mucha fuerza por el actual Presidente de Fedecámaras Carlos Fernández. Quiere decir que las cosas han cambiado mucho en nuestro país y para reconstruir un aparato productivo grande y fuerte es indispensable el aporte de empresarios y trabajadores, para que unos inviertan y otros tengan fuentes de empleo estables y consolidadas.
A este respecto y entre los varios líderes sindicales que están apostando a entendimientos favorables para los trabajadores en la mesa tripartita, es justicia reconocer el encomiable trabajo que está haciendo la doctora Marcela León, una aguerrida dama que sin ceder un milímetro en cuestión de principios está cumpliendo una misión extremadamente valiosa para que haya acuerdos sobre un salario mínimo digno y se respeten los derechos laborales esenciales que ha obtenido la clase trabajadora.
DRAMA HUMANITARIO
Para referirse de manera concreta al drama humanitario que vive Venezuela producto de haberse reducido su economía diez veces, el doctor Oswaldo González ratifico el contenido de un artículo de opinión de Jorge Euclides Ramírez, uno de los voceros más activos del Movimiento DECODE:
Venezuela vive una crisis humanitaria como nunca la habido en su historia republicana, con índices de pobreza ,enfermedades, violencia e irrespeto a los Derechos Humanos que tienen conmovida a la opinión pública internacional y han obligado a la gran mayoría de países democráticos del mundo a denunciar la gravedad de nuestro drama y solicitar solución mediante vías pacíficas y constitucionales.
El más grave obstáculo para enfrentar este pavoroso y dantesco escenario de pobreza que sufrimos es la negativa del Gobierno Nacional en aceptar la realidad. El Presidente Maduro y las instituciones que lo sostienen en el Poder niegan que en Venezuela exista un colapso económico de monumentales dimensiones y que nuestra población deambule como mendiga dentro y fuera del territorio nacional.
Por ello, para nosotros, integrantes de un Movimiento que representa al amplio espectro de la Sociedad Civil Venezolana, lo prioritario es que en nuestro país se asuma con absoluto apego a la verdad la auténtica dimensión de la emergencia humanitaria que nos abate. Para ello citamos las palabras de un líder espiritual, quien para muchos de nosotros es Dios y para otra referencia espiritual insoslayable, Jesucristo, quien afirmó que solamente la verdad nos hará libres.
Si en Venezuela no colocamos en el centro de cualquier negociación política la auténtica dimensión del apocalipsis civilizatorio que padecemos, cualquier intento de encontrar una salida democrática a nuestra deplorable situación será inútil.
Es indudable que la mejor vía de solución a esta encrucijada fatal es la electoral y para su concreción respaldamos sin ningún tipo de reservas ni condiciones, las posiciones públicas varias veces reiteradas por la Conferencia Episcopal Venezolana, bastión de dignidad ciudadana y trinchera moral inquebrantable que en todo momento ha pedido al gobierno y a la oposición ponga sus oídos y corazón en los llamados angustiosos del pueblo venezolano, actualmente hundido en la miseria y luchando con sus últimas fuerzas para sobrevivir a la hecatombe nacional causada por el marasmo político de los últimos veinte años.
A estas propuestas, nacidas de un análisis l social profundo, bien argumentado y contundente, nosotros como Movimiento Democrático únicamente agregamos un llamado a todos los venezolanos de buena fe, que existen dentro de todos los partidos y organizaciones política: Unámonos para aceptar la verdad, obliguemos al Gobierno a que asuma la gravedad de nuestro drama humanitario y se comprometa a buscarle una solución democrática, obliguemos a la oposición a centrar su pedimento base dentro de la negociación al reconocimiento de esta verdad.
El pueblo venezolano se muere de mengua y todos quienes todavía podemos luchar estamos obligados a realizar un esfuerzo total para salvarlo, para salvarnos. En nuestra Constitución están las soluciones, incluidas las electorales, a esta Constitución nos apegamos. Por Venezuela y el triunfo de la verdad hacemos un llamado al Gobierno y al mundo político para que veamos al país con los ojos y el sentimiento del pueblo y no con los de la ideología y las aspiraciones de Poder.
Jorge Euclìdes Ramírez
Foto Cortesía