(AP).- Joe Biden ha utilizado el permiso condicional humanitario para inmigrantes más que cualquier otro presidente de Estados Unidos con el fin de eludir a un Congreso que no ha brindado la cooperación necesaria. Pero no es el primero en hacerlo.
El poder presidencial ha sido una pieza central de la estrategia de Biden para canalizar a los inmigrantes a través de nuevas y ampliadas vías legales y desalentar los cruces ilegales, una diferencia radical con lo hecho por su rival Donald Trump.
Biden concedió al menos un millón de visitas temporales a Estados Unidos, las cuales suelen incluir elegibilidad para poder trabajar. En su campaña para regresar a la Casa Blanca, Trump dijo que pondría fin al “indignante abuso de los permisos humanitarios”.
El permiso humanitario —creado en virtud de una ley de 1952— le permite al presidente admitir a personas “exclusivamente caso por caso por motivos humanitarios urgentes o beneficio significativo para la población”. Desde entonces ha sido ordenado en 126 ocasiones por cada presidente, con la excepción de Trump, según David Bier del Instituto Catón, un organismo partidario de la inmigración.