Los chilenos tendrán la oportunidad de aprobar o no una nueva constitución cuando salgan a las urnas el próximo 4 de septiembre, así lo anunció el gobierno de la nación austral este martes.
Esta fecha supone un guiño hacia el expresidente socialista Salvador Allende, que ascendió al poder el 4 de septiembre de 1970 y fue derrocado en un golpe de Estado en 1973.
En caso de aprobarse en el referéndum de salida, que es de participación obligatoria para todos los mayores de 18 años, la nueva ley fundamental sustituiría a la actual, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por su corte neoliberal.
Chile inició en 2020 el proceso constituyente como la vía política para desarticular la ola de masivas protestas por la igualdad que comenzó en 2019 y dejó una treintena de fallecidos, miles de heridos y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.
En un histórico plebiscito en octubre de 2020, casi un 80 % de los chilenos se mostró a favor de cambiar el texto y en mayo del año siguiente se eligió en las urnas a los 155 miembros del órgano, de tendencia progresista y con un gran número de ciudadanos independientes.