A medida que México se prepara para las elecciones presidenciales del 2 de junio, los ojos del país están puestos en dos mujeres que compiten por el cargo más alto de la nación. Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez han emergido como figuras destacadas en una contienda que promete cambiar el rumbo político del país, mientras que el cambio climático se cierne como una preocupación constante en el trasfondo.
Claudia Sheinbaum, científica ambiental y quien fuera jefa de Gobierno de Ciudad de México (la primera mujer electa que ejerció el cargo), ha capturado la atención del electorado con su enfoque en políticas progresistas y su histórico compromiso con la ciencia y el medio ambiente. Por otro lado, Xóchitl Gálvez, una empresaria y ex senadora de la oposición, ha generado entusiasmo entre aquellos que buscan un cambio en la dirección política del país.
A pesar de sus diferencias políticas y enfoques, ambas candidatas se enfrentan a un desafío común: abordar la creciente crisis del cambio climático que afecta a México. Desde las costas erosionadas por el aumento del nivel del mar hasta la escasez de agua en la Ciudad de México, el país enfrenta desafíos ambientales urgentes que requieren una acción decisiva.
El enfoque de Sheinbaum en la ciencia y las energías renovables ha resonado entre aquellos preocupados por el futuro del planeta. Su historial como alcaldesa, donde promovió la infraestructura pública de electromovilidad y energía solar, ha establecido un precedente para su compromiso con un México más verde y sostenible.
Por otro lado, Gálvez ha destacado la necesidad de promover la inversión privada en el sector energético y acelerar la transición hacia fuentes de energía renovable. Su enfoque en la transformación de la empresa estatal de petróleo y gas del país para incluir la producción de electricidad a partir de fuentes renovables ha atraído a aquellos que buscan soluciones pragmáticas para los desafíos energéticos de México.
Sin embargo, a pesar de sus promesas y compromisos, ambas candidatas enfrentan críticas por no hacer del cambio climático una prioridad central en sus campañas. Con el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, impulsando una agenda que prioriza la producción de combustibles fósiles, la falta de atención al cambio climático por parte de los candidatos presidenciales es motivo de preocupación para muchos ciudadanos preocupados por el futuro del país y del planeta.
A medida que las elecciones se acercan, México se encuentra en un momento crucial de su historia política y ambiental. La elección de la primera presidenta del país marca un hito histórico en la lucha por la igualdad de género, pero también presenta una oportunidad única para abordar los desafíos urgentes del cambio climático. En un país donde la política y el medio ambiente están intrínsecamente vinculados, el resultado de estas elecciones determinará el curso futuro de México y su capacidad para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Acerca de Xóchitl Gálvez Ruiz
Xóchitl Gálvez Ruiz, nació el 22 de febrero de 1963 y hoy es una figura destacada en la política mexicana, designada como candidata presidencial por la amplia coalición de oposición conocida como Frente Amplio por México.
Gálvez, quien alguna vez fue vendedora ambulante de comida y se convirtió en empresaria tecnológica y senadora, ha ganado popularidad con su estilo sencillo y directo, similar al de López Obrador. Aunque se alinea con el conservador Partido de Acción Nacional en el Senado, no es miembro del partido y ha construido su carrera política sobre la base de la independencia y la cercanía con la gente común.
Nacida en el estado central de Hidalgo y criada en una familia de escasos recursos, Gálvez aprendió el idioma nativo ñähñu de su padre, quien era maestro indígena Otomí. Sus raíces indígenas y su identidad cultural son aspectos centrales de su persona, que a menudo se reflejan en su vestimenta, como el uso del tradicional huipil.
A pesar de su popularidad y ascenso político, Gálvez enfrenta obstáculos significativos en su búsqueda por la presidencia. El partido de López Obrador, Morena, controla el Congreso y gobierna la mayoría de los estados mexicanos, lo que presenta un desafío formidable para cualquier oponente. Además, López Obrador ha utilizado su plataforma y recursos gubernamentales para atacar a Gálvez, acusándola de tráfico de influencias en contratos gubernamentales, acusaciones que ella niega rotundamente.
La carrera presidencial de Gálvez también está marcada por la diversidad de la coalición de oposición que la respalda, que incluye a fuerzas políticas conservadoras, centristas y progresistas unidas únicamente por su oposición a López Obrador.
Acerca de Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum Pardo, nacida el 24 de junio de 1962 en la Ciudad de México, es la candidata a la presidencia por el partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Si resulta elegida, Sheinbaum sería no solo la primera presidenta de México, sino también la primera científica en ocupar ese cargo, marcando un hito significativo en la historia del país.
Sheinbaum proviene de una familia con un trasfondo diverso, descendiente de inmigrantes judíos lituanos y sefardíes búlgaros que se establecieron en México. Su padre, Carlos Sheinbaum Yoselevitz, era un reconocido ingeniero químico, mientras que su madre, Annie Pardo Cemo, era bióloga.
Educada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sheinbaum obtuvo una licenciatura en Física, una maestría y un doctorado en Ingeniería Energética, lo que la convierte en una experta en su campo. Su carrera académica la llevó a trabajar como investigadora y asesora en temas relacionados con la energía y el medio ambiente, antes de ingresar a la política.
El compromiso político de Sheinbaum se consolidó cuando se unió a Andrés Manuel López Obrador en la fundación de Morena, el partido que la apoya. Desde entonces, ha acompañado a López Obrador en su trayectoria política, desde su mandato como jefe de Gobierno de la Ciudad de México hasta sus campañas presidenciales en 2012 y 2018.
A lo largo de su carrera, Sheinbaum ha desempeñado diversos roles públicos, incluyendo su cargo como secretaria del Medio Ambiente en el gobierno de la Ciudad de México y su posterior elección como jefa delegacional de Tlalpan, territorio al sur de la capital. En 2018, hizo historia al convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo de jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Además de su destacada carrera política, Sheinbaum ha sido reconocida por su contribución a la ciencia y el medio ambiente. En 2007, formó parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que recibió el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC para la ONU.
Fuente: AP News
