La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó todos los obstáculos impuestos por el gobierno de Nicolás Maduro contra las candidaturas opositoras en las elecciones presidenciales del 28 de julio, y ha exigido que se garantice la participación política de todos los sectores.
Según la CIDH, «impedir la participación de algunas o determinadas candidaturas opositoras en el proceso electoral corrobora que el Poder Electoral no ofrece garantías de independencia e imparcialidad. En consecuencia, se anula la posibilidad de celebrar elecciones presidenciales libres, justas y competitivas».
La Comisión destacó que dirigentes de la oposición denunciaron problemas técnicos que les impidieron acceder al sistema automatizado de postulaciones desde el 21 hasta el 26 de marzo. La candidata Corina Yoris no pudo formalizar su inscripción en nombre de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) debido a estos problemas.
La CIDH reiteró que «estas acciones restringen la oferta electoral de los sectores opositores, desincentivan la participación política y perpetúan un gobierno represivo». Además, señaló que «en un Estado democrático es fundamental que se garantice la participación política en condiciones de igualdad».
Por ello, la CIDH llamó a «adoptar, con urgencia, medidas para restablecer la separación e independencia del Poder Electoral, del Poder Judicial y demás poderes públicos. Sólo así se podrá reconstruir la democracia y la confianza en las instituciones públicas».
Estas declaraciones de la CIDH reflejan la preocupación internacional por la situación de las elecciones presidenciales en Venezuela y la importancia de garantizar un proceso electoral justo y equitativo para todos los sectores políticos.