Arabia Saudí anunció este domingo 4 de junio que reducirá la cantidad de petróleo que envía a la economía mundial, adoptando una medida unilateral para apoyar el hundimiento del costo del crudo después que dos recortes anteriores de la oferta por parte de los principales países productores de petróleo de la alianza OPEP+ no consiguieran hacer subir los precios.
El anuncio de los recortes saudíes de 1 millón de barriles diarios, que comenzarán en julio, se produjo tras una reunión de la alianza en la sede de la OPEP en Viena. El resto de los productores de la OPEP+ acordaron prorrogar los recortes de producción anteriores hasta finales de 2024.
“Este es un gran día para nosotros, porque la calidad del acuerdo no tiene precedentes”, dijo el ministro saudí de Energía, Abdulaziz bin Salman, en una conferencia de prensa, añadiendo que los nuevos objetivos de producción son “mucho más transparentes y mucho más justos.”
Bin Salman añadió que el recorte podría ampliarse y que el grupo “hará lo que sea necesario para traer estabilidad a este mercado».
La caída de los precios del petróleo ha ayudado a los conductores estadounidenses a llenar sus depósitos más baratos y ha dado a los consumidores de todo el mundo cierto alivio frente a la inflación. Es posible que el último recorte de la producción haga subir los precios del petróleo y, con ellos, los de la gasolina.
El hecho de que los saudíes consideraran necesario un nuevo recorte subraya las inciertas perspectivas de la demanda de combustible en los próximos meses. Preocupa la debilidad económica de Estados Unidos y Europa, mientras que la recuperación de China tras las restricciones impuestas por el COVID-19 ha sido menos sólida de lo que muchos esperaban.
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